Los drones se están volviendo ubicuos, y algunos vuelan infringiendo leyes y normativas. ¿Cómo abatir uno de esos aparatos de forma rápida y eficaz en caso de que no se localice a la persona que lo está gobernando?
La solución es un fusil que ni dispara proyectiles pero que acabará con ellos con una facilidad pasmosa: el Dronegun.
Frecuencias aturdidoras
La compañía Drone Shield es quien ha puesto en marcha en desarrollo del Dronegun, un fusil capaz de desactivar un dron a unos dos kilómetros de distancia a través de emisión de interferencias en las frecuencias que se suelen emplear para controlar el vuelo de estos aparatos.
Este fusil pesa unos seis kilogramos, y una vez disparado, obliga al dron a aterrizar o regresar a su punto de despegue. Es decir, que por muy futurista, a lo Starship troopers, que parezca en fusil, el dron no sufrirá ningún daño ni caerá sobre el entorno de manera aparatosa.
Por el momento, el uso de Dronegun no ha sido autorizada, según la página web de Drone Shield.
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