Determinados rasgos psicológicos te pueden hacer más o menos propenso a preferir una raza particular de perro como mascota, y los votantes de de un espectro político suelen presentar determinados rasgos psicológicos, de modo que podemos colegir las razas de perro que prefieren los unos y otros del espectro político.
Es, al menos, lo que sugiere Jonathan Haidt en su libro La mente de los justos.
Liberales y republicanos
Los liberales tienden a preferir perros que sean dóciles y se relacionen con sus dueños como iguales. Los conservadores, por su parte, prefieren perros leales y obedientes.
Es decir, que los liberales tienen matrices morales que se basan en el fundamento del Cuidado y de la Equidad y la Igualdad. Los conservadores tienen matrices morales que se basan en la Lealtad y la Autoridad. Por eso es fácil situar a uno u otro lado del espectro político los siguientes rasgos perrunos, según Haidt:
- La raza es extremadamente dócil.
- La raza es muy independiente y se relaciona con su dueño como amigo e igual.
- La raza es extremadamente leal a su hogar y a su familia y no se enfada rápidamente con extraños.
- La raza es muy obediente y es fácil de adiestrar para acatar órdenes.
Estas correlaciones las extrae Haidt de encuestas online basadas en su Cuestionario de Fundamentos Morales (CFM). Según Haidt, disponemos de unos matrices morales más o menos acentuados en función de nuestra biología y nuestra educación, y esos matrices morales pueden resumirse en los siguientes:
- Cuidado/Daño: nos hace sensibles a los sigos de sufrimiento y necesidad.
- Equidad/Engaño: nos hace sensibles a los tramposos.
- Lealtad/Traición: nos hace sensiles a la recompensa a los que siguen las normas.
- Autoridad/Subversión: nos hace sensibles a los signos de rango o estatus.
- Santidad/Degradación: nos permite conferir valores irraciones y extremos, tanto positivos como negativos, a las cosas o ideas.
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