El extraño caso en el que un hongo te hace producir alcohol en tu interior hasta dar positivo en un control de alcoholemia

El extraño caso en el que un hongo te hace producir alcohol en tu interior hasta dar positivo en un control de alcoholemia
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Por el momento, existen muy pocas investigaciones sobre el llamado síndrome de la auto-cervecería (auto-brewery syndrome) o síndrome de fermentación intestinal. Un síndrome que hace que la persona esté borracha o dé positivo en un control de alcoholemia aunque no haya probado ni una gota de alcohol: éste se ha producido en su estómago.

Cualquier persona puede terminar desarrollando este síndrome pero es más común en pacientes con otras afecciones, como diabetes, obesidad y enfermedad de Crohn; tan solo alrededor de doscientas personas en todo el mundo lo padecen.

Auto-brewery syndrome

El auto-brewery syndrome sucede porque el cuerpo alberga un exceso de levadura de cerveza, de forma que su tracto intestinal acaba funcionando como una fábrica de cerveza artesanal que fermenta cualquier alimento.

Esta extraña habilidad es fruto de una infección de Saccharomyces cervisisae, el hongo de la levadura de cerveza.

En principio este hongo no es nocivo, y normalmente no genera problemas, pero empieza a crear este efecto si se hace fuerte en lo que se denomina nuestro microbioma, es decir, el universo de microoganismos que habita en nuestro cuerpo.

Saccharomyces cervisisae es conocida porque resulta imprescindible para elaborar pan, vino y cerveza. Su metabolismo hace que fermenten los azúcares presentes en el medio, generando dióxido de carbono y etanol (alcohol). Cada vez que haya azúcares sueltos en su tracto digestivo, pues, el hombre sufrirá de gases, debido al CO2, y de un autoemborrachamiento imprevisto.

El hecho de que no existan muchos diagnósticos no implica que la condición no haya sido documentada: existe un caso descrito en Japón en los años 70, pero las primeras descripciones de la enfermedad se reportan a comienzos de 1900 e incluso a finales del siglo XIX.

En caso de contagio (y de no querer vivir ebrio todos los días), se aconseja eliminar carbohidratos, levaduras y azúcares de la dieta, además de tomar probióticos todos los días para mantener el equilibrio necesario de la flora intestinal.

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