No debes tocarte la cara para evitar el coronavirus... pero hay una razón por la que cuesta tanto no hacerlo

No debes tocarte la cara para evitar el coronavirus... pero hay una razón por la que cuesta tanto no hacerlo
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Después de la medida de lavarse las manos con jabón, de forma particularmente concienzuda, lo segundo más importante para mantener lejos al coronavirus es no tocarse la cara: la nariz, los ojos, la boca...

Por eso el uso de mascarillas, de hecho, puede resultar de hecho contraproducente: si nos las tocamos a menudo para situarlas mejor o para evitar que nos molesten, nos estaremos tocando al cara.

Un tic ancestral

A pesar de que tocarse la cara es importante a la hora de contagiarse, parece que no podemos evitar hacerlo, según este artículo de The Wired.

Al parecer, el «autotoque facial espontáneo» ayuda a las personas a regular las emociones». Tocarnos la cara forma parte no solo de la comunicación no verbal, sino que es un tic al que recurrimos para muchos motivos. Incluso cuando somos fetos.

No en vano, un estudio reciente realizó ultrasonidos en 15 mujeres desde la semana 24 hasta la semana 36 de sus embarazos y descubrió que los fetos tenían más probabilidades de tocarse la cara con las manos izquierdas cuando las mujeres informaron sentirse estresadas.

La tentación de tocarnos la cara es tan poderoso que incluso los profesionales lo hacen. Un estudio descubrió que los estudiantes de medicina, que realmente deben saber mejor que nadie lo nocivo que es tocarse la cara, se tocaban la cara un promedio de 23 veces por hora durante una conferencia, o una vez cada 2,5 minutos.

Habida cuenta del irrefrenable influjo que nos impulsa a tocarnos continuamente la cara, pues, cabe aún ser más exhaustivo a la hora de lavarse las manos, y hacerlo con regularidad. El Covid-19 está esperando el más mínimo tic para entrar en nuestro organismo.

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