Las pantallas no son el mal: un nuevo estudio señala que no hacen daño a los niños e incluso tienen algunos beneficios

Las pantallas no son el mal: un nuevo estudio señala que no hacen daño a los niños e incluso tienen algunos beneficios
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Frente a las nuevas tecnologías e incluso hábitos culturales solemos posicionarnos de forma maniquea: o todo es malo, o todo es bueno. O soy un padre que dejo que mis hijos consuman pantallas, o soy un padre que las prohibo terminantemente.

En realidad, es algo que ya ha ocurrido con la radio, el telégrafo, la televisión, incluso la lectura. Ahora toca a las pantallas del smartphone, ordenadores y consolas. Sin embargo, un nuevo estudio, uno de los más grandes realizados hasta la fecha, sugiere que los niños en edad escolar que pasan más tiempo frente a las pantallas tienen solo un poco más de probabilidad de tener trastornos de atención, trastornos del sueño o calificaciones más bajas y no tienen más probabilidades de sufrir depresión y ansiedad.

Ventajas

Solo un poco más de probabilidad si pasan mucho tiempo. En comparación con otros factores que dan forma a sus vidas, la influencia del tiempo frente a la pantalla fue mínima. Por ejemplo, el nivel socioeconómico de un niño tiene un impacto 2,5 veces mayor en tales resultados de comportamiento. De todas las influencias evaluadas, el tiempo frente a la pantalla representó solo alrededor del 2% de la variación entre los niños en los resultados medidos. Incluso podríamos estar confundiendo causa y correlación: tal vez lo niños con más trastornos de sueño o con más ansiedad recurran a las pantallas para distraerse o calmarse.

Pero, además, hay ventajas: los niños que pasaban más tiempo con las pantallas tenían más amigos cercanos. Podría ser que el tipo de tiempo frente a la pantalla importe más que la cantidad. Por ejemplo, investigaciones anteriores han descubierto que los videojuegos que se juegan con otras personas pueden fomentar las relaciones, en particular para los niños (que tienden a jugar más con ellos), mientras que ver programas en exceso por sí solos puede tener consecuencias negativas. La autora principal Katie Paulich, Ph.D. estudiante del Departamento de Psicología y Neurociencias: "Estos hallazgos sugieren que debemos tener en cuenta las pantallas, pero que el tiempo frente a la pantalla probablemente no sea intrínsecamente dañino para nuestra juventud".

En el estudio se analizó información de una muestra nacional diversa de 11.800 niños de 9 y 10 años, incluidos cuestionarios sobre el tiempo de pantalla, informes de los padres sobre problemas de comportamiento y calificaciones, y evaluaciones de salud mental.

En promedio, los niños pasaban unos 45 minutos más al día con las pantallas que las niñas, superando las cinco horas diarias los fines de semana y las cuatro horas los días de semana. Los niños y las niñas usaban las pantallas de manera diferente, los niños pasaban el doble de tiempo con los videojuegos, mientras que las niñas pasaban más tiempo interactuando con las redes sociales.

Si bien la Academia Estadounidense de Pediatría ha establecido pautas de tiempo de pantalla para niños menores de 5 años, los autores señalan que aún no existe un umbral establecido empíricamente para lo que es un "nivel aceptable" de tiempo de pantalla.

En otras palabras: no hay que demonizar las pantallas. Lo que más parece importar es qué se consume a través de la pantalla. Y consumir muchas pantallas podría ser más un síntoma, no una consecuencia. Además de que tiene efectos positivos.

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