La psicóloga Judith Rich Harris saltó a la fama en 1998 tras la publicación de su libro, controvertido e iluminador a partes iguales, El mito de la educación, donde venía a afirmar que los padres apenas tienen influencia en la crianza de los hijos. Son como la vitamina C. Es necesaria su presencia, sí, pero una mayor dosis e implicación no aporta beneficios (si acaso comporta efectos nocivos y tóxicos).
Sus tesis fueron cuestionadas, reforzadas, y finalmente sintetizadas en un libro de hechuras un poco más asequibles para el gran público, el presente No hay dos iguales, donde haciéndose pasar por una detective, escudriña una gran pregunta: ¿cómo es posible que dos gemelos criados en la misma familia y el mismo ambiente puedan ser tan diferentes entre sí?
Los tres factores preponderantes
Decía Thomas Jefferson en 1799: "El hombre está hecho para la sociedad, y dotado por la naturaleza de las inclinaciones que le hacen apto para la sociedad". Tenía mucha más razón de la que suponía, por los siguientes motivos. La tendencia a adquirir una lengua es una de las cosas que hace aptos a los humanos para la sociedad. Al igual que la tendencia a averiguar lo que los demás piensan. Pero hay otras tres cosas todavía más fundamentales que están relacionadas entre sí. A saber:
No hay dos iguales: Individualidad humana y naturaleza humana (Ensayos)
- Tendencia a establecer y conservar relaciones.
- Tendencia a ajustar su comportamiento a las normas y costumbres de su sociedad.
- Tendencia a competir con otros miembros de su sociedad y, si es posible, a superarlos de alguna manera.
Estas fuerzas hacen el trabajo, moldean a las personas, incluso las que viven en el mismo ambiente y comparten exactamente los mismos genes. Así es como los bebés se desarrollan, se socializan, y cómo cada uno adquiere su propia personalidad única. Pero en el libro hallaremos quintales de pruebas de estas afirmaciones tan contraintuitivas, naturalmente. Quintales de estudios que nos sugerirán que la naturaleza humana es mucho más compleja de lo que parece.
La autora, gran apasionada de novela negra, a través de una escritura amena, mordaz e irónica y, sobre todo, accesible también para los no expertos, convierte su trabajo en un verdadero trabajo de «investigación policial»: para descubrir al culpable, acumula y estudia todas las pruebas, reúne a los sospechosos, descarta las pistas falsas y llega al desenlace en su intento por solucionar el insondable misterio de la individualidad y de la naturaleza humanas.