Las razones por las que China va a ganar la carrera de la Inteligencia Artificial

Las razones por las que China va a ganar la carrera de la Inteligencia Artificial
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El centro neurálgico del movimiento de la Inteligencia Artificial (IA) china se encuentra en el barrio de Zhongguancum de Pekín, el equivalente al Silicon Valley californiano.

Aquí se está invirtiendo a destajo en el desarrollo de la IA y sus aplicaciones en todos los campos imaginables, y no se hace por interés científico o romanticismo utópico, ni siquiera con el ánimo de mejorar ayudar a sus conciudadanos: se hace por ganar dinero, huir de la pobreza extrema a la que estuvieron condenado hasta hace poco, y ganar la batalla.

Silicon Valley chino

Cuando AlphaGo obtuvo su primera victoria destacada en marzo de 2016, durante una serie de cinco juegos contra el legendario jugador coreano Lee Sedol, de los que ganó cuatro, 280 millones de espectadores chinos estaban conteniendo el aliento, a pesar de que la partida pasaba en esos instantes desapercibida para el espectador estadounidense medio.

China, entonces, empezaba su fiebre por la Inteligencia Artificial, tal y como explica Kai-Fu Lee en su libro Superpotencias de la Inteligencia Artificial:

Menos de dos meses después de que Ke Jie abandonara la última partida con AlphaGo, el gobierno central chino elaboró un ambicioso plan para desarrollar las capacidades de la inteligencia artificial. Instó a una mayor financiación, apoyo político y coordinación nacional para el avance de la IA. Estableció claros parámetros de evaluación para medir el progreso entre 2020 y 2025, y previó que para 2030 China se convertiría en el centro de la innovación global en inteligencia artificial.

Por primera vez, en 2017, China superaba a Estados Unidos en inversión en IA, invirtiendo sumas récord que representaban el 48 por ciento de toda la financiación de capital riesgo en IA en todo el mundo.

Las ventajas naturales de China en IA están bien documentadas. En comparación con Estados Unidos, tiene una población enorme (1.400 millones frente a 400 millones), lo que ofrece una gran cantidad de datos y oportunidades para que las empresas escalen rápidamente. Su sector también cuenta con el respaldo de un gobierno central (a diferencia de la Casa Blanca), y el enfoque más flexible del país a las regulaciones digitales propicia que las empresas puedan experimentar más libremente.

También los estudiantes chinos han contraído la fiebre de la IA, y se inscriben en programas de grado avanado y asisten en sus smartphones a videoconferencias en directo de investigadores internacionales. Los fundadadores de startups pivotan, reingenierizan o simplemente cambian la marca de sus compañías de manera frenética para subirse a la ola de la IA.

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