Un ingrediente de Ritalin y Concerta, que se usan para tratar el TDAH, pueden transmitirse a varias generaciones de peces

Un ingrediente de Ritalin y Concerta, que se usan para tratar el TDAH, pueden transmitirse a varias generaciones de peces
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El guppy o pez millón es un pez ovovivíparo de agua dulce procedente de Sudamérica que habita en zonas de corriente baja de ríos, lagos y charcas. Es muy conocido en el mundo de la acuariofilia puesto que su cuidado no ofrece grandes dificultades y se reproduce con muchísima facilidad.

Una nueva investigación sugiere ahora que el ingrediente activo de dos medicamentos que se emplean para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), como Ritalin y Concerta, pueden transmitirse a varias generaciones de descendientes.

Transmisión no genética

Desde un mes de edad y hasta la adolescencia y hasta la edad adulta, los guppies de primera generación estuvieron expuestos al clorhidrato de metilfenidato (MPH) a través del agua en la que vivían. Luego, los investigadores compararon su comportamiento con el de una población de control expuesta a agua no tratada y observaron que los machos expuestos a Ritalin eran menos cautelosos cuando se los colocaba en un nuevo entorno, en comparación con los que no recibieron el medicamento.

El efecto del medicamento en el comportamiento de los peces solo se observó en los machos. Los hallazgos se suman al creciente conocimiento sobre los efectos paternos en la descendencia, así como a la capacidad de esos efectos para abarcar varias generaciones, de las cuales se sabe aún menos.

Los investigadores dicen que el efecto paterno del cambio de comportamiento puede transmitirse a los descendientes a través de modificaciones no genéticas en los espermatozoides de los antepasados ​​masculinos expuestos a Ritalin. Estos cambios moleculares que no afectan el ADN son un mecanismo potencial para que los machos transmitan información sobre su entorno, incluida la exposición a drogas o contaminantes, a sus futuras crías.

Según Helen Rodd, profesora del departamento de ecología y biología evolutiva:

En muchas especies, incluidos los guppies, los machos no interactúan con la descendencia más allá de la contribución de esperma, por lo que tradicionalmente se pensaba que los efectos paternos se limitarían a las especies en las que los padres brindan algún tipo de cuidado a la descendencia u otros recursos a las madres. A partir de ahora, la mayoría de los ejemplos conocidos en animales de efectos paternos y efectos transgeneracionales (efectos que abarcan varias generaciones) provienen de roedores, por lo que nuestros hallazgos se suman al puñado de estudios que han encontrado efectos paternos y transgeneracionales en otras especies, aunque el actual el mecanismo sigue sin estar claro.

Se ha sugerido que Ritalin podría causar efectos transgeneracionales porque se ha demostrado que MPH afecta los espermatozoides de los roedores machos. Además, se han observado efectos paternos en descendientes de ratas expuestas a drogas con un modo de acción similar. A pesar de estas preocupaciones, se desconocen los efectos transgeneracionales de la exposición paterna al MPH en humanos.

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