A pesar de los controles de alcoholemia y las duras sanciones si nos pillan conduciendo tras haber bebido unas copas de más, todavía son muchos los que se encomiendan a la suerte (o la inconsciencia) y conducen bajo los efectos del alcohol. No ya arriesgando su vida, sino la de los demás conductores y peatones.
Por eso, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de Estados Unidos está proyectando un nuevo vehículo que decidirá si el conductor está preparado para conducir o no. Para saberlo, el vehículo contaría con un dispositivo de bloqueo arranque que se activaría en función de las lecturas ofrecidas por diversos alcoholímetros integrados en el sistema de encendido el coche.
Es decir, que el conductor ni siquiera tendría que “soplar”. Nada más subirse al coche, éste ya “olerá” el aliento.
Según un estudio que plantea una política de instalación universal de este tipo de dispositivos en todos coches nuevos que se vendan en EEUU publicado en la American Journal of Public Health, se podría evitar el 85% de las muertes (59.000 muertes) relacionadas con los accidentes de automóviles en los que el alcohol fue uno de los factores determinantes.
Países Bajos, Finlandia y Suecia, de hecho, apuestan ya firmemente por este sistema, pero solo con los que ya han sido sancionados por conducir beodos. El condenado estará obligado a pagar los gastos de instalación, 3.700 euros, y utilizará el aparato para medir su nivel de alcoholemia antes de ponerse al volante.Si el conductor supera los 0,2 miligramos de alcohol el dispositivo bloqueará el sistema de arranque del vehículo.
Imagen | Keoni Cabral
Ver 7 comentarios