Joseph Priestley, el científico que fue el Forrest Gump del siglo XVIII

Joseph Priestley, el científico que fue el Forrest Gump del siglo XVIII
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Todos recordamos el argumento de la película Forrest Gump: un tipo de corta inteligencia pero tenaz y sin trabas (quizá precisamente por su corta inteligencia) se ve involucrado en mil actividades y participa de toda clase de eventos importantes en la historia del siglo XX. Del mismo modo podría contarse la historia del científico inglés Joseph Priestley (exceptuando que de tonto no tenía ni un pelo).

Priestley (1732 - 1804) suele ser considerado como el descubridor del oxígeno, aunque este hecho también les ha sido atribuido, con cierto fundamento, a Carl Wilhelm Scheele y Antoine Lavoisier. En todo caso, fue uno de los primeros en aislarlo en forma gaseosa.

El religioso con muchos intereses

Trabajaba de pastor para una iglesia disidente de Leeds, Inglaterra ("disidente" significa que ésta no se adhería a la iglesia anglicana, la religión autorizada por el Estado). Como defensor de la libertad y la tolerancia religiosas, también hizo mucho por fundar la iglesia unitaria en Inglaterra.

Pero tenía muchos otros interés, ademas de la religión. En su papel de filósofo escribió libros de metafísica que John Stuart Mill y Jeremy Bentham citaron como influencias importantes. Como explican Dan Heath y Chip Heath en su libro Decídete:

Agitador político, Priestley defendió la Revolución francesa, lo que levantó las sospechas del Gobierno y sus conciudadanos. Más tarde, cuando los ánimos se enardecieron, una turba incendió su casa y su iglesia, forzándolo a huir, primero a Londres y finalmente a Estados Unidos.
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Oxígeno

Aparte del oxígeno, a Priestley se le atribuye el descubrimiento de diez gases, como el amoníaco y el monóxido de carbono. Para descubrir el oxígeno, enfocó los rayos del sol sobre una muestra de óxido de mercurio en el interior de un recipiente herméticamente cerrado y vio que los ratones sobrevivían al gas resultante. Más tarde lo probó consigo mismo y declaró que era "cinco o seis veces mejor que el aire común" para respirar."

Priestley fue teólogo, químico, educador, teórico político, marido y padre. Publicó más de 150 obras, desde una historia de la electricidad a una obra seminal sobre gramática inglesa. Inventó la soda, así que cada vez que disfrutes de tu Coca-Cola light agradéceselo a Priestley.

Alrededor de 1749, Priesley enfermó gravemente y se llegó a temer por su vida. Al recuperar su salud, se hizo devoto del calvinismo, un sistema teológico protestante y un enfoque de la vida cristiana que pone el énfasis en la autoridad de Dios sobre todas las cosas. Estudió francés, italiano y alemán, además de caldeo y árabe. Fue educado por el Reverendo George Haggerstone, que primeramente le enseñó matemáticas avanzada, filosofía natural y lógica, a través de metafísica y de las obras de Isaac Watts, Willem Gravesande y John Locke.

En definitiva, un genio en cuyo camino se cruzó un sinfín de movimientos de relevancia histórica y científica.

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