La importancia de leer los libros adecuados y cuáles son los que más cambiarán tu forma de pensar

La importancia de leer los libros adecuados y cuáles son los que más cambiarán tu forma de pensar
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Thomas Jefferson escribió: “Si una nación espera ser ignorante y libre en un Estado civilizado, espera lo que nunca fue y nunca será.” Porque uno no puede escoger ser ignorante: solo es víctima de la ignoracia. La ignorancia es la antítesis de la libertad. Solo desde el conocimiento podemos escoger.

La ignorancia es docilidad, efecto túnel, falta de opciones, falta de perspectiva. Falta de saber lo que uno quiere de verdad. Pero ¿dónde obtener el conocimiento? Si el conocimiento está en los libros, ¿qué libros son esos?

El libro como formato ideal

El libro es un formato que ha perdurado durante siglos, y que difícilmente puede ser sustituido. A diferencia del CD o el DVD, o del vinilo, que lo sustituido es simplemente el dispositivo donde se consume el producto audiovisual, el libro es más que un dispositivo de lectura, es también la propia lectura. En un DVD no podemos ver una película (necesitamos un reproductor de DVD), pero el libro es, simultáneamente, receptáculo de la información y reproductor de la misma.

Por eso es difícilmente sustituible por otro soporte. Es un producto tan idóneo en ese sentido que los libros electrónicos, por el momento, siguen a la zaga, y no parece que las previsiones a corto plazo cambien.

Además, los libros ofrence algo bien distinto al resto de formatos audiovisuales. Los contenidos que podemos encontrar en muchos libros difícilmente existen en formato audiovisual. El segundo motivo, de más peso, es que la lectura exige una implicación cognitiva mayor que el consumo de otros productos, incluido internet o hipertextos.

Es decir, que la buena educación, así como las buenas lecturas, produce también ciudadanos más críticos que llevan a su máxima expresión lo que una vez dijo Clovis Anderson: “Uno no sabe nada hasta que no sabe por qué lo sabe.”

Sin embargo, los libros, síntesis pulimentadas de un cerebro, no son todos iguales. Se publican miles de libros inanes. ¿Cuáles son los que verdaderamente producen conocimiento emancipatorio? En primer lugar, las buenas lecturas, las lecturas ricas en conocimientos consensuados sobre todas las disciplinas, no deberían ser tanto mecanismos para transmitir datos como un lugar donde nos enseñen a aplacar nuestros defectos neurobiológicos de fábrica y, sobre todo, fomentar la capacidad de jerarquizar conocimientos, relacionarlos entre sí y descartar fácilmente los que carecen de sostén.

Cada debe ir buscando aquellos libros especiales. Yo tengo algunos propios, como La tabla rasa, de Steven Pinker. Compórtate, de Robert Sapolsky. El canon, de Natalie Angier. Romper el hechizo, de Daniel C. Dennett. Consilience: la unidad del conocimiento, de Edward O. Wilson. Más allá de las imposturas intelectuales, de Alan Sokal. Pero si queréis una biblioteca de inicio de buenos libros, los que os permitirán entrar en la polimatía, en el siguiente proyecto podéis encontrar lo que andabais buscando:

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