Durante un resfriado, nuestro cerebro trabaja más

Durante un resfriado, nuestro cerebro trabaja más
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Nuestro sentido del olfato siempre está funcionando, incluso cuando dormimos: hasta el punto de que los olores que percibe nuestra nariz mientras dormimos condicionan el contenido de nuestros sueños. Y también, hasta el punto, de registrar olores ciertamente insufribles, como el considerado el peor olor conocido: el generado por el mercaptano, un compuesto sulfurado que genera la materia en descomposición.

Ahora, según un estudio de la Northwestern Medicina de Chicago y publicado en la revista Nature Neurosciencie, se sugiere que el cerebro cambia el modo en que trabaja durante los resfriados para conservar y proteger el sentido del olfato.

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Para llegar a esta conclusión, Wu Keng Nei y sus colegas han analizado durante una semana la evolución de 14 personas con las fosas nasales bloqueadas, que durante la noche respiraban normalmente. Analizando sus cerebros advirtieron que, cuando el olfato se atrofiaba debido a un constipado, se producía un aumento en la actividad de la corteza orbitofrontal y un descenso en la actividad de la corteza piriforme, ambas implicadas en la percepción de los olores. Cuando la congestión nasal desapareció, la actividad del cerebro recuperó su estado normal.

Los científicos señalan que posteriores investigaciones sobre las reacciones del sistema olfativo a corto plazo tras la privación de respiración normal “puede proporcionar nuevos conocimientos sobre qué hacer frente a este problema en un contexto crónico“.

Vía | EuropaPress

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