Su título no puede ser más elocuente: Dopamina: Cómo una molécula condiciona de quién nos enamoramos, con quién nos acostamos, a quién votamos y qué nos depara el futuro. Porque de eso trata, sin más, este libro de Daniel Z. Lieberman y Michael E. Long, de una molécula analizada desde todas sus facetas. Una simple molécula como epítome o palanca que se imbrica con todos los aspectos de la naturaleza humana.
¿Puede algo tan aparentemente nimio ser tan importante para nosotros? Puede. Desde el deseo y las drogas hasta la política y el progreso. Lieberman y Long lo narran, además, con la épica de quienes saben imprimir valor a un simple dato.
Simplificación en aras de la divulgación
El libro, en síntesis, es una delicia. También la tesis general del libro, que el papel de la dopamina es clave en gran parte para el comportamiento humano, es correcta. Sin embargo, hay sin duda una inevitable simplificación (o hasta quizá un ligero cherry picking) para hacer encajarlo todo en un mismo relato. Esto no es necesariamente un demérito, pero quizá sea un problema para algunos puristas o expertos.
Dopamina: Cómo una molécula condiciona de quién nos enamoramos, con quién nos acostamos, a quién votamos y qué nos depara el futuro (PENINSULA)
La mayor parte del atractivo de este libro, eso sí, es que no se pierde en los detalles y permite transmitir una comprensión del 'carácter' de la dopamina y cómo se 'comporta' en muchos dominios diferentes (amor, política, creatividad, etc. ) que, ciertamente, resulta muy interesante y estimulante.
También contiene el equilibrio justo de referencias bibliográficas a estudios y argumentos razonados pero, como los mismos autores advierten en el propio texto, también hay una parte especulativa más adelante que hay que leer con más prudencia. Con todo, un libro muy recomendable para ahondar desde otro punto de vista en la naturaleza humana.
¿Por qué nos obsesionamos con las cosas que queremos y nos aburrimos cuando las conseguimos? ¿Por qué la adicción no es una cuestión moral? ¿Por qué el amor pasional se convierte tan rápidamente en desinterés? ¿Por qué casi todas las dietas fracasan? ¿Por qué vivimos pegados a las redes sociales? ¿Por qué algunas personas son liberales acérrimos y otras, conservadores extremos? ¿Cómo logramos mantener la esperanza, incluso en los tiempos más oscuros? La respuesta reside en una simple sustancia química de nuestro cerebro: la dopamina.
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