Si la tabula rasa de Locke y el buen salvaje de Rousseau son dos de los axiomas que más daño han hecho a la psicología popular, no menor ha sido la mala interpretación de la navaja de Ockham: «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable».
Una cosa es aspirar a modelos más simples y elegantes, pero si lo que buscamos es certeza, la mala noticia es que no siempre la opción compleja puede ser la correcta. De hecho, el mundo es tan dinámico, cambiante e incierto que, en muchas más ocasiones de lo que creemos, ni siquiera hay opción que escoger.
Mundo incierto
El investigador y divulgador científico David Bueno, ya en sus primeras páginas, nos advierte de que el mundo, con arreglo a su complejidad, debe necesariamente definirse en función de estos tres epítetos:
- Dinámico: intervienen muchas fuerza que interaccionan y que son de muy diversos tipos: físicas, biológicas, históricas, políticas, económicas, sociales...
- Cambiante: este dinamismo induce transformaciones que hacen que nada sea exactamente igual que en cualquier instante pasado.
- Incierto: desconocemos qué dirección tomarán dichas transformaciones y, además, tendrán lugar sucesos inesperados.
El arte de persistir (DIVULGACIÓN)
Epítetos estos que no producen precisamente tranquilidad, sino más bien inquietud y estrés. ¿Acaso hay algo más desolador que asumir que apenas sabes de nada (o que lo poco que sabes es para atestiguar que ni siquiera los expertos que dicen que saben, saben en realidad)? ¿Puede dar más vértigo la sensación de que no podemos abrazar apenas ideas sólidas e inmutables? ¿Que la ideología es la muerte de la razón? ¿Que debemos ser como veletas que cambian al albur del viento?
Sin embargo, Bueno no solo se limita a exponer lo inextricable que puede llegar a ser el mundo, sino a cómo podemos surfear sus olas de incertidumbre, lo cual hace de este libro, El arte de persistir, una guía no solo para conocer, sino para aprender a vivir:
Las actitudes vitales que adoptamos frente a lo inesperado nacen en nuestro cerebro y al mismo tiempo lo condicionan. Son maneras de sentir y de actuar que influyen en la percepción que tenemos de nosotros mismos y en la relación con los demás. David Bueno, especialista en neuroeducación, nos ofrece una aventura maravillosa por el interior del cerebro que nos permitirá entender cómo reaccionamos ante lo imprevisible y nos ayudará a enfocarnos en la clave: la persistencia, la opción proactiva, flexible y dinámica que mira hacia el futuro.