Una IA ya podría ganarte en una discusión aunque no sepa lo que dice

Una IA ya podría ganarte en una discusión aunque no sepa lo que dice
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Los debates tienen algo de estéril en el sentido de que el vencedor suele ser el que mejor despliega los recursos de la retórica. Resultar ganador en un debate, pues, no tiene especial relevancia.

Tanto es así que ni siquiera hay que saber lo que uno está diciendo para hacerlo. Al menos es lo que se le sucede a esta inteligencia artificial.

Debate

El debate, entre un programa informático de IBM llamado Project Debater y varios participantes humanos, es la última prueba de que la inteligencia artificial está progresando en una destreza que previamente estaban reservada para las personas.

En el debate, la IA vertió el argumento de forma muy convincente de que la exploración espacial debería ser subsidiada. Cuando un humano no estuvo de acuerdo con esa afirmación, la IA desafió la réplica con una refutación bien construida.

En un segundo debate, el programa abogó por un mayor uso de la telemedicina, mientras que el participante humano argumentó en contra.

Project Debater no intenta construir un argumento basado en una comprensión del tema en cuestión, sino que simplemente argumenta mediante la combinación de elementos de argumentos anteriores junto con puntos de información relevantes de Wikipedia.

Todavía tiene unas capacidades limitadas, es cierto, pero según sus creadores, esta IA podría ayudar a alguien a tomar una decisión crítica al proporcionarle una variedad de argumentos "a favor" y "en contra".

A pesar de todo, la demostración de este sistema, que se realizó en un debate público en San Francisco, no ha convencido a todo el mundo. Kristian Hammond, profesor de la Northwestern University y fundador de Narrative Sciences, una compañía que genera informes de noticias y otro contenido de manera automática, dice que la tecnología podría ser útil, pero que el software de IBM simplemente está repitiendo argumentos reciclados.

Eso es cierto, pero también lo es que si tales argumentos consiguen persuadirnos, eso tampoco dice mucho de nuestro cerebro.

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