Plantas más resistentes al Cambio Climático

Plantas más resistentes al Cambio Climático
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Las plantas que regulan su población mediante factores endógenos pueden ser más resistentes a los efectos del cambio climático, según ha demostrado una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El estudio, desarrollado durante 22 años, toma como modelo dos especies de malas hierbas comunes en campos de cereales: Descurainia sophia (jaramago) y Verónica hederifolia (hierba gallinera).

Los resultados del estudio, publicado en la revista PLoS ONE, podrían contribuir a mejorar los cultivos de cereal, mediante una previsión más precisa de las malas hierbas que pueden invadir estos cultivos.

Según explica el investigador José Luis González Andújar, del Instituto de Agricultura Sostenible y del Laboratorio Internacional en Cambio Global:

En este trabajo hemos puesto de manifiesto dos mecanismos que regulan la población de malas hierbas: los factores endógenos, como la competencia intraespecífica, y los exógenos, como el efecto del clima. A lo largo de los años vimos que Descurainia sophia se regula principalmente mediante factores endógenos, lo que la hace más insensible a los efectos del cambio climático. Por el contrario, Verónica hederifolia está más influenciada por factores climáticos, y puede verse más afectada por el cambio global

Estas especies compiten con el cultivo por los recursos e invaden otros ecosistemas, llegando a producir miles de millones de euros en pérdidas a nivel mundial más el coste de los fitosanitarios que hay que añadir para su control.

Se cree que las malas hierbas están solo condicionadas por factores climáticos, pero hemos comprobado que no es así. Además, las especies que se regulan principalmente por factores exógenos tienen más probabilidades de convertirse en invasoras y desplazarse a otras zonas agrícolas como consecuencia del cambio climático

Añade el investigador.

Según los responsables del estudio, estos resultados podrían ayudar a los agricultores de las zonas cerealistas a paliar los efectos del cambio climático.

Si se sabe de antemano qué especies pueden desplazarse a la zona de cultivos se pueden tomar las medidas preventivas necesarias

Concluye González.

En la investigación también han participado la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario.

Vía | CSIC

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