Bronceado, zanahorias y carotenos

Bronceado, zanahorias y carotenos
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En el siglo XVIII, y especialmente en la corte francesa, se puso de moda la piel blanca, una moda que, hoy en día, todavía se sigue en Australia y en algunos países anglosajones.

Evitar la exposición al sol es una buena medida para reducir el riesgo de cáncer de piel y muchos otros problemas derivados del envejecimiento acelerado de la piel.

El bronceado, más que un mecanismo de defensa frente a la radiación ultravioleta, puede ser interpretado como una señal de que ha sido dañada la base de la piel, de donde surge toda la estructura epìdérmica.

A pesar de ello, cuando llega el verano, la mayoría de hombres y mujeres desean lucir una piel morena, ignorando los muchos riesgos que, a largo plazo, puede provocar una exposición al sol excesiva y lanzándose al uso y abuso de todo aquello que favorezca el oscurecimiento de la piel.

Además, los medios nos bombardean con multiplicidad de mensajes que ofrecen la solución mágica para lucir fantásticos bronceados: alimentos, fármacos, cremas, etc. Incluso existe la posibilidad de pintarse todo el cuerpo con un esprai bronceador.

Las zanahorias ocupan los primeros puestos del ranking de los productos naturales que favorecen el bronceado. Se intercambian milagrosas recetas de licuados o se inventan fórmulas de bronceadores cuyos ingredientes principales incluyen zanahorias.

Las zanahorias , así como las acelgas, las espinacas y otros vegetales verdes, rojos, naranjas y amarillos, consumidos frescos y crudos, apotan al organismo unas substancias llamadas carotenos que contribuyen a dar cierta coloración a la piel, aunque de forma poco significativa. El color de la piel se debe, en realidad, a un pigmento que sintetiza el propio organismo, la melanina.

Algunas de estas substancias, los betacarotenos más concretamente, tienen un interés particular por sus funciones antioxidantes y por poseer cierta acción anticancerígena. Por otra parte, los betacarotenos, se transforman en Vitamina A en la mucosa del intestino delgado, una vitamina muy importante para la visión (¿has visto alguna vez un conejo con gafas?), la fisiología de los epitelios, la fertilidad y el crecimiento.

Resulta básico incluir betacarotenos en la dieta diaria, independientemente de su efecto bronceador. La dieta mediterránea, que incluye frutas y verduras frescas, aporta una cantidad suficiente de betacarotenos de origen vegetal.

Vía | Clínica Eugin Más información | Plantas que curan: la zanahoria Más información | A tomar el sol sin riesgos Más información | ¿Cómo tomar el sol?

Genciencia | El gen p53 potencia el bronceado

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