Cómo Margaret Mead malinterpretó las culturas que estudiaba sesgada por sus propios prejuicios

Cómo Margaret Mead malinterpretó las culturas que estudiaba sesgada por sus propios prejuicios
2 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Hay rasgos comunes en todas las culturas del mundo, porque estos tienen un sustrato biológico en vez de ambiental, o quizá es una mezcla inextricable de ambos.

Así pues, a pesar de que los antropólogos suelen explicarnos historias de tribus muy distintas a las nuestras, en realidad esas diferencias no suelen ser tales, o al menos no son tan acusadas como se ha sostenido.

El caso Mead

Es lo que le sucedió a la antropóloga Margaret Mead, como demuestra en su libro su libro Human Universals Donald Brown, profesor emérito de antropología de la Universidad de California, que echó por tierra muchas de las ideas que Mead se había forjado en sus estudios de campo.

Samoan Taupou Girl 1896

Ideas, por si fuera poco, ya desprestigiadas después de fallecer Mead por el antropólogo Derek Freeman, que publicó un libro, Margaret Mead and Samoa: The Making and Unmaking of an Anthropological Myth, en el que cuestionó la base etnográfica y las interpretaciones del trabajo de esta antropóloga en Samoa.

Mead malinterpretó lo que veía, en el mejor de los casos, sesgada por sus prejuicios. Es la distinción emic / etic, que se usa en las ciencias sociales y las ciencias del comportamiento para referirse a dos tipos diferentes de descripción relacionadas con la conducta y la interpretación de los agentes involucrados. Se entiende generalmente emic como el punto de vista del nativo y etic como el punto de vista del analista, mediante una serie de herramientas metodológicas y de categorías.

Ahora sabemos, a diferencia de lo que ella postuló, que en todas las sociedades humanas conocidas los individuos luchan por conseguir prestigio y estatus, existen las jerarquías sociales, el matrimonio, los celos, la división del trabajo por género y las prohibiciones sexuales; los hombres son más agresivos que las mujeres, y más proclives a ser violentos y delincuentes. Se observan similares sentimientos morales, la envidia, la vergüenza y el orgullo. Existe la creencia en lo sobrenatural, en la suerte y en el destino, y prevalece el miedo a la muerte. Se conocen la metonimia, la metáfora, los proverbios, la música y el arte, así como la abstracción y los conceptos lógicos y matemáticos fundamentales. Se desprecia la avaricia y se condena con severidad el asesinato y la violación.

Es decir, que la idea de que toda la cultura que es una construcción social es muy endeble a la luz de la uniformidad y universalidad de muchos patrones culturales: es inevitable que haya una parte de nazca de la biología, lo que no sabemos qué parte (ni siquiera sabemos si preguntarnos qué parte tiene algún sentido habida cuenta de que podríamos estar ante una serpiente de Uróboros).

Comentarios cerrados
Inicio