5 descubrimientos médicos un poco raros

5 descubrimientos médicos un poco raros
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  1. El placebo caro es más efectivo que el placebos barato. Todos sabéis que el efecto placebo sucede cuando tomamos una simple píldora de azúcar (por ejemplo) creyendo que es una medicina de verdad, y nuestros síntomas mejoran como si hubiésemos tomado la medicina de verdad (es uno de los trucos en los que se basa la supuesta eficacia de la homeopatía, por ejemplo).

Sin embargo, el efecto placebo puede ser más o menos poderoso dependiendo de una serie de factores. Por ejemplo, si la pastilla es grande, es más efectiva (aunque igualmente la pastilla no contenga nada). De igual forma, si tomamos un placebo más caro que otro, también tendrá mejores resultados, tal y como publicaron en 2008 Rebecca Waber y Dan Ariely.

Es decir, que las acciones de marketing, tales como los precios, pueden alterar la eficacia real de los productos a los que se aplican.

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2. También puedes contrar una enfermedad de transmisión sexual con una muñeca hinchable. Las muñecas hinchables se intentaron desarrollar por primera vez por orden de Adolf Hitler. El führer tuvo la genial idea de encargar a un grupo de médicos que construyera una muñeca inflable para que sus tropas pudieran liberar las tensiones sexuales acumuladas durante la guerra, lejos de sus esposas y novias en lo que se hizo llamar proyecto Model Borghild. La idea era que cada soldado cargara con una muñeca en su mochila junto con el resto de los objetos vitales para supervivencia. Pero el proyecto se vio frustrado cuando el bombardeo aliado en Dresde destruyó la fábrica que había recibido el encargo de desarrollar el juguete erótico.

Lo que quizá ignoraba Hitler es que los cachivaches sexuales también pueden ser peligrosos. Por ejemplo, en 1996, Harold Moi y Ellen Kleist, de Groenlandia ,fueron convocados a la Universidad de Harvard para recibir un premio Ignoble por un trabajo titulado “Transmisión de la gonorrea a través de una muñeca inflable“.

Los preservativos, aunque por lo general protege, al usuario masculino, pueden transferir los gérmenes a la pareja sexual si el exterior del preservativo ha tocado juguetes sexuales como tapones anales, bolas anales y otros dispositivos similares.

Y en muchos dildos y vibradores se han encontrado altas concentraciones de ftalatos, una sustancia que se emplea para suavizar el policloruro de vinilo, el meterial con el que están hechos los dildos y los vibradores. Esta sustancia puede provocar trastornos homonales y hepáticos en las mujeres.

3. Los síntomas del asma pueden ser tratados con una montaña rusa. En 2010, Simon Rietveld, de la Universidad de Amsterdam, e Ilja van Beest, de la Universidad de Tilburg, hicieron el descubrimiento de que los síntomas del asma pueden ser tratados con una montaña rusa. Los participantes fueron 25 mujeres con un diagnóstico médico de asma grave, y 15 controles emparejados. Aquí tenéis el estudio, por si os interesa.

4. Los bebedores de café tienen más probabilidades de ver gente muerta. Según una investigación de la Universidad de Durham, Reino Unido, las personas que ingieren mucha cafeína (el equivalente a 7 tazas de café) son más propensas a tener alucinaciones, tales como escuchar voces o ver cosas que no existen. La explicación se encuentra en el hecho de que la sustancia incrementa los efectos psicológicos del estrés. El cuerpo, entonces, libera cortisol para combatir la tensión, la hormona responsable de las alucinaciones.

5. La música country puede causar el suicidio. En 2004 dos estudiantes universitarios ganaron el Premio Ig Nobel por su informe “El efecto de la música country en el suicidio“. Los psicólogos sociales Steven Stack y Grundlach Jim sugieren que los temas se encuentran en la música country fomentan un estado de ánimo suicida entre las personas que ya están en riesgo de suicidio.

El estudio abarca 49 áreas metropolitanas, y tuvo la precaución de controlar factores como la pobreza, el divorcio, y la disponibilidad de armas de fuego.

Es algo similar a lo que ocurre con el llamado efecto Werther: toma su nombre de la novela de Goethe Las penas del joven Werther, publicada en 1774, una novela muy leída en su día por la juventud, que empezó a suicidarse de formas que parecían imitar la del protagonista. De hecho, las autoridades de Italia, Alemania y Dinamarca la prohibieron por esa razón.

Vía | Odee

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