Nuevo sensor para detectar la presencia de mercurio en los vertidos

Nuevo sensor para detectar la presencia de mercurio en los vertidos
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Un grupo de científicos de la Universidad Politécnica de Valencia ha ideado un nuevo sensor que permite detectar con mayor rapidez y fiabilidad la presencia de mercurio en los vertidos industriales. El alto riesgo que presenta el mercurio en cuanto a contaminación ambiental se refiere, no impide que más de una industria siga utilizándolo en algunos de sus procesos industriales aún teniendo pleno conocimiento sobre cómo afecta a la salud y el medio ambiente.

Este sensor permitirá controlar más rápidamente los vertidos, especialmente de la industria química, que es la que más utiliza este componente. Su funcionamiento se basa en la reacción que presentan unas determinadas moléculas cambiando de color ante la presencia de mercurio.

Un milígramo de mercurio, puede llegar a intoxicar hasta 1.000 litros de agua, con lo que podemos comprender lo peligroso que es. El mercurio se acumula en el organismo dando lugar a graves enfermedades y problemas para la salud, de hecho, es uno de los metales más peligrosos. Por esta razón es tan importante que se detecte a tiempo.

El mercurio está presente en la composición de las pilas, por ejemplo, cuando tiramos las pilas a la basura, estamos liberando inconscientemente varios componentes nocivos al medio ambiente. Una vez que éstas llegan al vertedero, podrían quedar inmovilizadas bajo tierra, sin embargo, hay microorganismos presentes en el ecosistema que pueden transformar el mercurio en metil-mercurio con una mayor toxicidad y movilidad ambiental.

Esta sustancia orgánica, a diferencia del mercurio inorgánico inicial, puede atravesar fácilmente las membranas celulares, ya que es liposoluble y por lo tanto, una vez que entra en la cadena alimentaria mediante los peces y los herbívoros, contamina rápidamente cada eslabón de esta cadena. El resultado es letal, ya que este compuesto se acumula en la médula ósea y en el cerebro, dañando los tejidos entre otras consecuencias.

Este nuevo sensor es un paso más para combatir la contaminación ambiental y garantizar aunque sea un poco la salud de los seres vivos. Sin duda, hay que utilizar otras alternativas al mercurio ¿no?

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