
En primer lugar, disculpad el pleonasmo del título, pero ya sabéis que los títulos, en ocasiones, tienen más de retórico que de informativo: obviamente, no hay máquinas construidas por otras manos que no sean las humanas (¿tal vez algún robot que, a su vez, haya sido construido por un ser humano?).
Sea como fuere, esta precisión tiene tal vez un sentido poético subyacente: las máquina que os vamos a presentar a continuación parecen haber sido construida por manos no humanas. Incluso por manos (o apéndices con dedos oponibles) de otro mundo. Parecen máquinas (entonemos como Iker Jiménez) extraterrestres. Pero no lo son, a pesar de que una ocupa un área equivalente al barrio Bajo de Manhattan.
La más pesada
Con una longitud de 485 metros, el también llamado Jahre Viking pesaba 657.000 toneladas con toda su carga. Demasiado grande y demasiado profundo como para atravesar el canal de Suez, el canal de Panamá e incluso el canal de la Mancha.
Sólo el timón pesaba 230 toneladas. La hélice, 50 toneladas. Y la turbina suministraba 50.000 caballos de vapor.
La más grande (móvil)
¿Para qué sirve algo tan grande? Para realizar exploraciones geofísicas a través de ondas sísmicas para sondear la estructura del lecho marino en busca de petróleo. Los streamers transportan detectores acústicos muy sensibles que detectan los ecos sísmicos.
La más grande (voladora)
La más grande (sin más)
Por los pelos, el LHC no fue desbancado por el Supercolisonador superconductor que empezó a construirse en Texas en 1991 pero que finalmente fue suspendido. Hubiera tenido un tamaño tres veces superior al LHC. Lo único que ha quedado es un agujero en el suelo de 23 km.