A pesar de que el azúcar empieza a ser evitado en la medida de lo posible por las personas que quieren mantener una vida saludable, ello no debería inclinarnos a desconfiar del azúcar que alberga la fruta. Porque este tipo de azúcar no es el mismo que encontramos, por ejemplo, en los caramelos.
O más concretamente, el azúcar en la fruta y el azúcar añadido no son la misma cosa.
Fructosa
Hay muchos tipos de azúcar. La fruta tiene tres tipos: fructosa, glucosa y una combinación de ambos que se llama sacarosa o "azúcar de mesa". Pero los azúcares en la fruta son menos densos que los de las golosinas. La elevación de los niveles de azúcar en sangre cuando se toma fruta es mucho más moderado y lento que el pico que produce el azúcar añadido. Esta diferencia es especialmente importante para las personas con diabetes.
Por si fuera poco, cuando comemos fruta obtenemos otros nutrientes importantes, como la vitamina C, o también fibra. Al comernos un caramelo o una botella de gaseosa, apenas obtenemos nada más que el azúcar.
Además, la fibra es importante para regular los picos de azúcar, así que es conveniente comerse la fruta entera, no en forma de zumos o smoothies.
Imagen | Ronnie
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