4 colores básicos que puede adoptar tu lengua

4 colores básicos que puede adoptar tu lengua
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Una lengua sana debe ser sedosa y de color rosáceo. Y también debe tener pequeños bultitos repartidos de manera uniforme por toda ella. Cepillarla o frotarla suavemente puede ayudar a mantenerla libre de infecciones por bacterias o por hongos. Cada persona tiene su huella de la lengua, personal y única.

Sin embargo, una lengua puede adoptar otros colores, y entonces es cuando puede estar diciéndonos algo acerca de nuestra salud o nuestros hábitos.

1. Lengua negra peluda

Tener la lengua negra puede evidenciar que habéis estado chupando caramelos de regaliz, pero también puede ser un signo de que sufrís una alteración llamada lengua negra peluda, también conocido como lengua vellosa negra. Ello se debe a que la lengua no regenera normalmente sus papilas, que crecen y retienen demasiados las bacterias y la comida, volviéndose marrón oscuro, verde o incluso amarillo oscuro. A primera vista parece que nos haya crecido pelo en la lengua.

También puede ser un signo de que sois poco cuidadosos con vuestra higiene bucal o, irónicamente, que abusáis de los enjuagues bucales. También puede deberse a una reacción a los antibióticos, o a medicamentos para el estómago que contengan bismuto. También puede revelar una diabetes mal controlada.

Aparentemente no es tan grave como parece, porque se puede resolver con tratamientos que incluyan algún antibiótico.

2. Lengua blanca peluda

A lo mejor os habéis pasado con la pasta de dientes o habéis sufrido una reacción a un enjuague que contenga peróxido, pero si tenéis la lengua blanca puede que hayáis atravesado recientemente un proceso febril. O de que vuestra dieta es muy baja en fibra.

Lengua gruesa y roja

La lengua puede perder sus papilas protectoras semejantes al pelo y ponerse roja e irritada. Entonces la lengua parecerá un bistec poco hecho, y las comidas picantes os abrasarán. Es lo que se llama lengua calva o glositis atrófica.

Se da con más frecuencias en personas mayores, y puede ser un signo de que la dentadura postiza no encaja bien y la lengua se frota contra ella. Pero también puede revelar una deficiencia de vitamina B o de aftas.

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