Fabricando un libro desde cero: tardarás unas 50 horas

Fabricando un libro desde cero: tardarás unas 50 horas
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Hace un tiempo se intentó construir una tostadora desde cero. El Proyecto Tostadora de Thomas Thwaites. un experimento realizado en 2009 por el artista Thomas Thwaites, que intentó fabricar su propio tostador sin ayuda de nadie. Además de buscar y encontrar hierro, cobre, níquel, plástico y mica (un material aislante alrededor del cual se envuelven las piezas de calentamiento), hubo algunos elementos que les fue casi imposible de encontrar.

Por ejemplo, el plástico está hecho de petróleo, el cual no podía fácilmente extraer, y mucho menos refinar por sí mismo. Gracias a la magia de la especialización, un tostador mejor que el construido por Twaites puede comprarse por menos de 5 dólares. El de Twaites le costó meses de esfuerzo, y miles de dólares, tal y como explica la siguiente TED Talk:.

¿Y un libro?

Lo que nos demuestra el experimento de la tostadora es la importancia de la cooperación y la división del trabajo, así como la especialización en el mundo moderno. O como resumió Adam Smith: «que una menor cantidad de labor produzca una mayor cantidad de trabajo».

En ese sentido, un libro es todo un desafío. Hay que cortar madera (o papiro, o cáñamo, o algodón) para hacer el papel, hervir la piel de algún animal para hacer la cola, cortarle algunos pelos a un caballo para hacer un pincel, curar el cuero para la portada...

Es lo que se ha intentado hacer en un vídeo de How To Make Everything, un canal de YouTube. En el vídeo, Andy George mezcla métodos ancestrales con otros más modernos para hacerse su propio libro. Para conseguirlo, invierte 50 horas de tiempo y 400 dólares. En estos tres minutos podéis ver el resumen de la hazaña:

Si, además, quieres hacer una encuadernación artesanal particularmente bonita, tienes que ver también el siguiente vídeo. Todo caro, laborioso y contrario al progreso. Sin embargo, de vez en cuando, también nos gusta deleitarlos con la destreza necesaria para obtener estas cosas por nosotros mismos. El espectacular éxito de etsy también está detrás de esta dinámica: la gente quiere hacer cosas, la gente quiere comprar cosas hechas a mano o exclusivas.

Así de complicado es cualquier objeto. Tal y como nos recuerda Matt Ridley en su libro El optimista racional:

En las dos horas desde que me levanté de la cama, me bañé con agua calentada por la compañía de gas North Sea, me afeité usando una maquinilla estadounidense con electricidad producida por carbón británico, comí una rebanada de pan hecha de trigo francés, untada con mantequilla neozelandesa y mermelada española, después me hice una taza de té utilizando hojas cultivadas en Sri Lanka, me vestí con ropas de algodón de la India y lana de Australia, con zapatos de cuero chino y goma malaya, y leí un periódico hecho de pulpa de celulosa finlandesa y tinta china. Ahora estoy sentado frente a un escritorio escribiendo en un teclado de plástico tailandés (que probablemente comenzó su vida en un pozo petrolero árabe) para poder mover electrones a través de un chip de silicio coreano y algunos cables de cobre chileno.

Vía | Gizmodo

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