Los venenos han estado inextricablemente unidos al destino del ser humano. Probablemente los tres períodos más destacables en cuanto a envenenamientos en toda la historia de la humanidad sean el mundo grecorromano (con Sócrates muerto tras beber la copa de cicuta), la Europa de los siglos XVI y XVII y la de los siglos XX y XXI.
La época más cruenta en cuanto a venenos se refiere empieza en el siglo XX, como explica Adela Muñoz en su libro Historia del veneno:
Cuando los avances en los métodos de análisis químico habían desterrado al arsénico como rey de los venenos, este elemento mostró nuevas e insospechadas caras: medicina milagrosa para curar el terrible mal francés y responsable del más horrible envenenamiento accidental de la historia, que afecta a casi 50 millones de personas.
En dos tercios del total de los envenenamientos criminales juzgados en Francia a finales de la década de 1839 se usó arsénico. En concentraciones grandes, el arsénico provoca trastornos gastrointestinales, convulsiones, coma y muerte. Sin embargo, el arsénico es frecuente en estado natural y lo consumimos casi a diario con la dieta diaria de carnes, pescados, vegetales y cereales, siendo los peces y crustáceos los que más contenido de arsénico presentan.
El cianuro también fue responsable de la muerte de millones de judíos, pues fue la base del Zyklon B, empleado por los nazis para gasear. También el cianuro estuvo detrás de la muerte del matemático Alan Turing, el padre de la informática. Y de Rasputín, antesala de la Revolución rusa de 1919.
El talio tuvo un gran éxito durante el gobierno de Sadam Husein en Irak. Desde la Convención sobre Armas Químicas de 1993, las existencias mundiales de dichas armas químicas se están eliminando gradualmente. Entre las prohibiciones figura el gas VX, el agente nervioso más potente del mundo.
Venenos muy valiosos
A pesar de todo, algunos venenos, debido a su escasez y propiedades, resultan muy valiosos para nosotros. Tal y como explico en el libro El elemento del que solo hay un gramo:
O el que es el líquido más caro del mundo: los venenos de animales como serpientes, tarántulas y escorpiones, que se usan en la síntesis de medicamentos. El veneno mejor valorado es la de la serpiente coral brasileña, Micurus frontalis, cuyo valor asciende a unos 20.000 euros por mililitro. Haced cálculos de lo que costaría un simple litro de este veneno: dos millones de euros. Para que podamos compararlo con otro líquido más común que también se suele vender a un precio desorbitado, el vino, echemos un vistazo al caldo elaborado en conmemoración del enlace nupcial entre Felipe de Bobón y Leticia Ortiz, los actuales reyes de España: un Terra Alta de 7.000 euros, es decir, 9,3 euros el mililitro.
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