Esta espectacular foto nos muestra lo que parece una serpiente de dos cabezas engullendo una rana

Esta espectacular foto nos muestra lo que parece una serpiente de dos cabezas engullendo una rana
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Trimeresurus insularis es una subespecie de víbora altamente venenosa endémica de las islas menores de la Sonda (Indonesia y Timor Oriental). La foto que encabeza esta entrada presenta a un espécimen que engulle una rana entera, mientras otro ejemplar se acerca para investigar, confundiéndose con su cuerpo y simulando que la serpiente tiene dos cabezas.

La fotografía, del fotógrafo japonés Chin Leong Teo, ha sido galardonada con una mención de honor en la competición All About Photo Contest 2021. Su título es, muy convenientemente, Two Headed Viper. Aquí tenéis el resto de galardonados.

No tienen párpados, orejas ni mueven sus ojos

Trimeresurus insularis es una especie de serpientes venenosas de la familia Viperidae. Las de su género son, por término, serpientes a relativamente pequeñas, principalmente arbóreas, con cuerpos delgados y colas prensiles.

Trimeresurus Insularis

Normalmente son de color verde o azul, pero sin embargo también pueden encontrarse algunas especies de colores amarillos, negro, naranja o incluso con marcas de color rojo. La escalación incluye 21 filas de escamas dorsales en la parte media del cuerpo, 156-164 / 156-167 escamas ventrales en machos / hembras, 70-75 / 54-59 escamas subcaudales en machos / hembras y 7-12 escamas supralabiales.

Estos reptiles no tienen párpados, orejas ni mueven sus ojos. Por esa razón, sienten las vibraciones a través del suelo para poder escuchar. Las serpientes mudan su piel al completo casi tres veces al año, en un proceso conocido como ecdisis o muda.

Parte del éxito de la foto ganadora del concurso es que parece, a simple vista, parece que se trata de una mística serpiente con dos cabezas. Sin embargo, las serpientes bicéfalas, salvo que durante el desarrollo embrionario ocurra una mutación, no existen en la naturaleza. Quienes dicen haberse topado con una probablemente no se trataba de una serpieten, sino de una anfisbena, un reptil de apenas medio metro de longitud que excava galerías subterráneas y que tiene la facultad de desplazarse con la misma facilidad hacia adelante que hacia atrás.

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