
Y entonces, tras un estudio publicado en British Medical Journal titulado “Magnetic Resonance Imaging of Male and Female Genitals During coitud and Female Sexual Arousal”, descubrimos que el pene no penetra en la mujer con la rectitud de un palo, sino que se dobla en un ángulo de 90 grados, como un bumerán.
Este estudio recibió en el año 2000 el premio Ig Nobel de Medicina. Pero lo que provocó más atención fue el vídeo que los investigadores habían realizado con los datos obtenidos de la resonancia magnética (IRM) de aquel coito.
Por miedo de que fueran tachados de frívolos, no revelaron el vídeo a los medios hasta el año 2009. Y, entonces, en poco tiempo alcanzó millones de visitas en YouTube. Aquí lo tenéis:
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