No es que los políticos nos parezcan cada vez más demagogos y maniqueos, o que sencillamente su actividad raquídea esté bajo mínimos, es que se ha constatado que es así.
Para hacerlo, sencillamente se analizó la riqueza del vocabulario y la estructura en la elaboración de las oraciones.
Políticos estadounidenses
Los resultados son desesperanzadores, al menos en el ámbito estadounidense, donde se realizó el estudio.
En la década de 1850, la mayoría de los discursos presidenciales fueron leídos con una retórica de nivel universitario si se juzgan por la prueba de legibilidad de Flesch-Kincaid, un médoto desarrollado para la Armada de Estados Unidos en la década de 1970 para asegurar la simplicidad de los manuales de instrucción militar.
Sin embargo, desde la década de 1940, los discursos presidenciales han estado más al nivel de cualquier estudiante de sexto curso, según sugiere este análisis.
¿Los políticos que nos merecemos?
En un primer momento podríamos pensar sencillamente que la gente tiene los políticos que se merecen, pero eso no parece ser más que una frase hecha: en realidad, el país está considerablemente mejor educado ahora de lo que lo estuvo en la década de 1800. Tal y como abunda en ello Creadores de hits: La ciencia de la popularidad en la era de la distracción, de Derek Thompson:
La mayor simplicidad de la retórica política en realidad es una señal de que los discursos políticos pretenden llegar a un público más amplio, así que están emulando otras formas populistas de entretenimiento masivo, como la música.
En realidad, si lo analizamos desde determinado punto de vista, lo que aquí sucede es que los políticos son más simples a medida que se amplía la democracia, es decir, más personas de diferentes estatus sociales y económicos pueden acceder al voto. Tradicionalmente, el político se dirigía a hombres como ellos, pero progresivamente ha tenido que asumir que se está dirigiendo también a otras clases sociales.
Por eso, el descenso en la retórica de la política coincide con puntos donde la democracia se amplió en Estados Unidos, sobre todo alrededor de 1920: la Decimoséptima Enmienda, que permite la elección directa de senadores; el movimiento para hacer obligatoria la educación pública, la Decinonovena Enmienda, que otorga a las mujeres el derecho al voto, y finalmente la propagación de la radio (que hacía llegar más fácilmente los discursos a toda clase de gente).
Corolario:
La retórica política simple no socavó la democracia estadounidense. El crecimiento de la democracia estadounidense simplificó la retórica política.
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