La renta universal básica te hace más feliz, pero no más propenso a conseguir trabajo, según experimento

La renta universal básica te hace más feliz, pero no más propenso a conseguir trabajo, según experimento
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Dado que las cosas son cada vez más baratas (y hay más desmonetización) y que hay más trabajos que se pueden automatizar, parece ineludible que estemos encaminados hacia la regulación de una renta universal básica.

Ante este panorama, ganar más dinero solo servirá para obtener bienes conspicuos o servicios exclusivos que nos desmarquen socialmente de nuestros semejantes. Pero ¿qué pasaría si realmente pudiéramos vivir sin trabajar y con un sueldo asegurado?

Felicidad

La Social Insurance Institution de Finlandia (FSII) ha publicado los resultados de un experimento que realizó durante dos años para aprender más sobre los efectos sociales de una renta universal básica.

Los resultados sugieren dar a las personas desempleadas un ingreso garantizado sin ataduras en lugar de una asignación por desempleo los hacía que fueran más felices y estuvieran menos estresados, pero no los hacía más propensos a obtener un empleo.

El nivel de vida garantizado incluye viviendas razonablemente agradables, alimentos suficientes, atención médica adecuada y un medio para interactuar con la comunidad circundante.

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En este experimento, el gobierno finlandés eligió al azar a 2 000 personas que estaban recibiendo un dinero por el paro y se les ofreció una suma aproximadamente igual sin los requisitos de búsqueda de trabajo que lo acompaña. Normalmente, en este país también hay restricciones sobre cómo se puede utilizar el dinero del paro, pero a los sujetos del experimento se les dio rienda suelta: podían vivir del paro sin preocupaciones, y seguirían recibiendo su dinero incluso si consiguieran un trabajo.

El experimento duró desde principios de enero de 2017 hasta finales de diciembre de 2018. El gobierno preguntó a los voluntarios cómo se encontraban durante el experimento a través de un cuestionario. Más de la mitad informaron que su salud era buena o muy buena. En contraste, solo el 46 por ciento de un grupo de control dijo lo mismo. Los participantes también obtuvieron calificaciones más altas cuando informaron de los niveles de confianza en el gobierno y cuando se les preguntó sobre su perspectiva futura.

En general, el informe concluyó que el bienestar general para los participantes en el experimento era mayor que para el grupo de control. Pero también había un inconveniente. Los niveles de desempleo en ambos grupos eran casi iguales, a pesar de que, como se les advertían, si obtenían un trabajo podrían seguir recibiendo aquella renta.

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