Proceduralización: creando automatismos en nuestro cerebro

Proceduralización: creando automatismos en nuestro cerebro
4 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

A medida que practicamos realizando una tarea, incrementamos nuestra pericia. Este proceso de formación de habilidades, a través del cual nuestro talento mejora sin el uso del pensamiento consciente, se denomina proceduralización.

En este procedimiento, determinadas células cerebrales o neuronas se afinan para acometer la tarea necesaria y trabajan en grupo gracias a las conexiones electroquímicas proporcionadas por las sinapsis.

Tal y como lo explica el psicólogo de la Universidad de Nueva York Gary Marcus en el libro Atrapados, de Nicholas Carr:

A nivel neuronal, la proceduralización consiste en una amplia selección de procesos cuidadosamente coordinados, incluidos los cambios tanto en la materia gris (cuerpos celulares neuronales) como en la material blanca (axones y dendritas que conectan las neuronas entre sí). Las conexiones neuronales existentes (sinapsis) deben volverse más eficientes, deben formarse nuevas espinas dendríticas y han de sintetizarse proteínas.

A través de las modificaciones neurales que propicia la proceduralización, pues, se producen adaptaciones profundas y generalizadas en el cerebro, una capacidad para la percepción, interpretación y acción rápida e inconsciente que nos permite reconocer patrones y responder a circunstancias cambiantes instantáneamente. Por ejemplo, lo que sucede cuando aprendemos a leer.

Robot 507811 640

Así pues, si bien no todos partimos del mismo sitio, porque nuestra genética importa y las habilidades innatas importan, a través de la práctica podemos llegar mucho más lejos de lo que creemos, tal y como señalan los profesores de Psicología David Hambrick y Elizabeth Meinz:

la investigación ha dejado fuera de toda duda que una de las mayores fuentes de diferencias individuales de rendimiento en tareas complejas en sencillamente cuánto y qué saben las personas: conocimiento declarativo, procedimental y estratégico adquirido durante años de entrenamiento y práctica en un campo.

Crear automatismos en nuestro cerebro es lo que nos evita, además, tener la mente continuamente sobrecargada. Los movimientos y procedimientos quedan grabados en la memoria muscular, patrones ambientales aprendidos por los sentidos nos permiten hacer interpretaciones y juicios rápidos. Y todo ello sucede a nivel inconsciente, para que nuestra parte consciente no se vea colapsada. De no ser así, hasta cepillarnos los dientes debería invocar toda nuestra concentración. Como la primera vez que lo hicimos.

La automatización nos otorga un margen mayor de libertad para centrarnos en cosas más importantes, las que no pueden automatizarse. Incrementa, por dar un nuevo giro a la observación de Alfred North Whitehead, “el número de operaciones importantes que podemos realizar sin pensar en ellas.”

Imágenes | Pixabay

Comentarios cerrados
Inicio