Según una nueva investigación dirigida por la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, para las personas transgénero, comenzar un tratamiento hormonal de afirmación de género en la adolescencia está relacionado con una mejor salud mental que esperar hasta la edad adulta.
La encuesta más grande hasta la fecha
El estudio se basó en datos de la encuesta más grande jamás realizada entre adultos transgénero estadounidenses, un grupo de más de 27.000 personas que respondieron en 2015. Debido a que algunas personas transgénero no desean recibir tratamiento hormonal, el estudio se centró en 21.598 participantes que informaron que querían recibir hormonas. Los resultados se analizaron según el momento en que los participantes comenzaron la terapia hormonal: 119 comenzaron a los 14 o 15 años (adolescencia temprana), 362 comenzaron a los 16 o 17 años (adolescencia tardía), 12,257 comenzaron después de cumplir 18 años (edad adulta) y 8.860 participantes, que sirvió como grupo de control, quería pero nunca recibió terapia hormonal.
El análisis se controló por varios factores que podrían influir en la salud mental de los participantes independientemente de si recibieron tratamiento hormonal: edad en el momento de la encuesta; identidad de género; sexo asignado al nacer; orientación sexual; raza o etnia; nivel de apoyo familiar a la identidad de género; estado civil; nivel de educación; estado de empleo; ingresos del hogar; uso de tratamiento de supresión puberal; cualquier intento de obligarlos a ser cisgénero; y experiencia de cualquier acoso verbal, físico o sexual basado en su identidad de género.
El nuevo estudio encontró que las personas transgénero que comenzaron a tomar hormonas tratamiento en la adolescencia tenían menos pensamientos de suicidio, eran menos propensos a experimentar trastornos de salud mental importantes y tenían menos problemas con el abuso de sustancias que los que comenzaron las hormonas en la edad adulta.
El estudio también documentó una mejor salud mental entre quienes recibieron hormonas a cualquier edad que entre quienes desearon pero nunca recibieron el tratamiento.
El tratamiento hormonal de afirmación de género con estrógeno o testosterona puede ayudar a alinear las características físicas de una persona transgénero con su identidad de género . En la adolescencia, la terapia hormonal puede permitir que un adolescente transgénero pase por la pubertad de una manera que coincida con su identidad de género.