Las personas que van de víctimas tienden a mentir y a engañar más que el resto

Las personas que van de víctimas tienden a mentir y a engañar más que el resto
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Las personas que señalan con más frecuencia su condición de víctimas son más propensas a mentir, hacer trampa y participar en otros comportamientos poco éticos para salir adelante, incluso a costa de otros, según sugiere este reciente estudio.

Las personas también incentivan la señalización del victimismo al dar recursos a quienes lo hacen.

Tríada oscura

Según el estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Columbia, las personas que tienden el victimismo también tienen mayor probabilidad de tener rasgos de personalidad de la tríada oscura:

  1. Narcisismo: darse mucha importancia.
  2. Maquiavelismo: explotación estratégica.
  3. Psicopatía: insensibilidad y cinismo.

Esto podría suceder porque, si bien ser visto como una víctima puede llevar a una pérdida de estima y respeto, ser una víctima en las sociedades occidentales modernas puede aumentar el estatus social de uno, o te puede procurar más beneficios materiales.

En otras palabras: las democracias occidentales contemporáneas, que platean fuertes valores igualitarios, se han convertido en entornos particularmente hospitalarios para que las víctimas ejecuten una estrategia de extracción de recursos no recíproca. Porque cualquier diferencia en los resultados se percibe como ilegítima, así que decir que no tienes tanto como los demás y que estás sufriendo por ello, puede ser una forma astuta de obtener recursos materiales.

Si la persona, además, parece ser moralmente buena, entonces el beneficio es mayor: señalar tanto el victimismo como la virtud maximizaría la capacidad de uno para extraer recursos. La gente siente mayor simpatía por una víctima que también es una buena persona.

Como advieten los autores, naturalmente existen víctimas reales que no tienen la intención de engañar o aprovecharse de los demás. El problema es que, junto a estas víctimas reales, aparecen fingidores que pondrán en práctica las estrategias que maximicen las recompensas de los recursos materiales, el sexo o el prestigio. Las personas con rasgos de la tríada oscura adaptarán sus estrategias para obtener estos beneficios, dependiendo de sus entornos sociales.

Tratando de esclarecer los motivos últimos por los que la gente se comporta de determinada manera, pues, dejamos de quedarnos en lo aparente y descubrimos una jungla de interacciones sutiles que nos permiten responder de forma más profunda a preguntas del tipo: ¿Por qué una buena persona es buena persona? ¿Por egoísmo o por altruismo?

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