La inclinación a la espiritualidad y la fe podría estar localizada en un circuito cerebral específico

La inclinación a la espiritualidad y la fe podría estar localizada en un circuito cerebral específico
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Un nuevo estudio dirigido por investigadores del Brigham and Women's Hospital ha intentado mapear la espiritualidad y la religiosidad, hallanado que la aceptación espiritual se puede localizar en un circuito cerebral específico.

Este circuito cerebral se centra en la sustancia gris central o sustancia gris periacueductal (PAG), que es la sustancia gris que rodea el acueducto cerebral en el mesencéfalo, una región del tronco del encéfalo que se ha implicado en numerosas funciones, como el condicionamiento del miedo, la modulación del dolor, los comportamientos altruistas y el amor incondicional.

Mapeo de redes de lesiones

Para realizar su estudio, se usó una técnica llamada mapeo de redes de lesiones que permite a los investigadores mapear comportamientos humanos complejos en circuitos cerebrales específicos, basándose en la ubicación de las lesiones cerebrales en los pacientes. El equipo aprovechó un conjunto de datos previamente publicado que incluía a 88 pacientes neuroquirúrgicos que se sometían a una cirugía para extirpar un tumor cerebral. Las ubicaciones de las lesiones se distribuyeron por todo el cerebro.

Los pacientes completaron una encuesta que incluía preguntas sobre la aceptación espiritual antes y después de la cirugía. El equipo validó sus resultados utilizando un segundo conjunto de datos compuesto por más de 100 pacientes con lesiones causadas por un traumatismo craneoencefálico penetrante durante el combate durante la Guerra de Vietnam. Estos participantes también completaron cuestionarios que incluían preguntas sobre religiosidad, tales como, "¿Te consideras una persona religiosa? ¿Sí o No?".

De los 88 pacientes neuroquirúrgicos, 30 mostraron una disminución en la creencia espiritual autoinformada antes y después de la resección neuroquirúrgica del tumor cerebral, 29 mostraron un aumento y 29 no mostraron cambios. Utilizando el mapeo de la red de lesiones, el equipo descubrió que la espiritualidad autoinformada se asignaba a un circuito cerebral específico centrado en el PAG. El circuito incluía nodos positivos y nodos negativos: las lesiones que interrumpían estos nodos respectivos disminuían o aumentaban las creencias espirituales autoinformadas.

Los resultados sobre la religiosidad del segundo conjunto de datos se alinearon con estos hallazgos. Además, en una revisión de la literatura científica, los investigadores encontraron varios informes de casos de pacientes que se volvieron hiperreligiosos después de experimentar lesiones cerebrales que afectaron los nodos negativos del circuito.

Esta base neurobiológica, pues, podría inclinar a determinadas personas a un pensamiento más mágico, supersticioso, del tipo que confunde correlación y causalidad o busca rellenar con mitos las lagunas de conocimientos. Los que finalmente contratan servicios de pseudocientíficos como lo siguientes:

Con todo, para comprender la posibilidad de generalizar sus resultados, necesitarían replicar su estudio a través de muchos antecedentes. El equipo también está interesado en desenredar la religiosidad y la espiritualidad para comprender los circuitos cerebrales que pueden estar generando diferencias.

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