La gente tiende a considerar que sus gustos artísticos son superiores a los de los demás

La gente tiende a considerar que sus gustos artísticos son superiores a los de los demás
2 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

La gente tiende a pensar que los gustos divergentes de otras personas en el ámbito del arte no sólo son "diferentes", sino objetivamente equivocados respecto a los propios, según un nuevo estudio dirigido por Nathan Cheek, de la Universidad de Princeton.

Es decir, que la sensibilidad artística sería así como una opinión política o religiosa y que nuestra objetividad dista de ser objetiva incluso en un contexto donde hay pocas verdades objetivas como es el arte.

De la política al arte

¿Qué es arte y qué no lo es? ¿Por qué hay obras que triunfan y otras no? ¿Tiene sentido el ejercicio de la crítica tal y como la conocemos actualmente? Son preguntas sin respuesta clara. Sin embargo, tendemos a pensar que nuestros juicios sobre arte son mejores o más objetivos y que los juicios ajenos, sin son diferentes, responden a sesgos o prejuicios.

La evidencia de estas tendencias surgió inicialmente en el dominio de la política, donde la gente tiende a asumir que existen creencias y posiciones objetivamente correctas. La presente investigación muestra que las personas confían en la exactitud de sus puntos de vista y juzgan negativamente a quienes no están de acuerdo, incluso en el dominio aparentemente 'subjetivo' del arte.

A lo largo de siete experimentos, los participantes evaluaron pinturas y encontraron a otros que estaban de acuerdo o en desacuerdo con sus evaluaciones.

Los participantes interpretaron las evaluaciones de los demás como menos objetivas cuando contradecían las suyas. Estas preferencias estéticas se sintieron tan objetivas como las preferencias políticas. Y recordarle a los participantes del estudio que su creencia de que las preferencias artísticas son 'cuestiones de opinión' redujo esta tendencia, pero no la eliminó.

Estos hallazgos sugieren que las convicciones de las personas sobre su propia objetividad son tan poderosas que se extienden a dominios que normalmente se consideran 'subjetivos', como si Tenet es una película inteligente u onanismo intelectual.

Otro estudio de 2004 confirmaba la facilidad que tenemos todos en pensar que los demás son los que más fácilmente se dejan contaminar por sesgos y prejuicios, pues otorgamos mayor credibilidad a nuestras propias introspecciones sobre las posibles influencias en el juicio y el comportamiento.

Comentarios cerrados
Inicio