¿Cómo solucionamos que la gente se sienta tan sola en las ciudades? Los "terceros lugares"

¿Cómo solucionamos que la gente se sienta tan sola en las ciudades? Los "terceros lugares"
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

La soledad urbana está relacionada con la movilidad de la población, la disminución de la participación de la comunidad y el crecimiento de los hogares con un solo ocupante.

Una respuesta a estas tendencias implica el diseño y construcción de "terceros lugares", que son espacios públicos o comerciales que brindan a las personas locales la posibilidad de que se mezclen socialmente en terreno neutral.

Terceros lugares

El concepto de tercer lugar, desarrollado por Ray Oldenburg, es distinto del primer y segundo lugar. Un primer lugar es el espacio privado del hogar. Los segundos lugares son donde la gente pasa un tiempo significativo, a menudo formalmente. Estos incluyen escuelas, universidades y lugares de trabajo.

Ejemplos comunes de terceros lugares en las ciudades incluyen jardines comunitarios, bibliotecas, piscinas públicas, cafeterías o parques para perros.

Hace más de un siglo, el sociólogo George Simmel observó cómo la movilidad altera la conexión social y crea aislamiento. El migrante urbano deja atrás sus propios lazos sociales y a menudo lucha para conectarse con su nueva comunidad. Esto desafía tanto al migrante como a sus nuevos vecinos. Ahora, investigadores del Cities Research Institute están investigando si estos "terceros lugares" pueden reducir esta soledad urbana pujante.

En general, estos lugares están diseñados para ser accesibles, acogedores y atractivos para todas las edades, discretos, cómodos y de facilitadores de la conversación. Esto puede reducir la desconfianza de los extraños y crear conexiones sociales.

Habida cuenta de ello, proteger los terceros lugares existentes es tan importante como proporcionar otros nuevos. Por ejemplo, una administración local puede verse tentada a permitir que viviendas ocupen el sitio de un jardín comunitario. Si bien puede haber algunas razones para apoyar esa idea, también se debería considerar cuidadosamente las consecuencias que acarraerá la pérdida de capital social y el riesgo de afianzar el aislamiento social.
Imagen | jinkemoole

Comentarios cerrados
Inicio