Según este científico, volar es la actividad medioambientalmente menos sostenible de todas

Según este científico, volar es la actividad medioambientalmente menos sostenible de todas
2 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Podemos tratar de llevar a cabo muchas restricciones o cambios de hábitos para ser medioambientalmente más sostenibles. Pero a juicio de este científico experto en el clima, dejar de tomar vuelos nacionales o internacionales es la mejor opción.

Incluso viajar en coche es más sostenible: grosso modo, cuatro personas en un avión producen de 10 a 20 veces más CO2 que las mismas personas que conduciendo un coche a unos 50 kilómetros por hora para cubrir la misma distancia.

Gasto en 2010

Peter Kalmus decidió calcular su impacto medioambiental en el año 2010.

Buscó las cantidades de dióxido de carbono emitidas al quemar un galón de gasolina, encontré una estimación de las emisiones de la producción de los alimentos para una dieta estadounidense típica y una estimación de la generación de un kilovatio -(hora de electricidad en California), y promedió las estimaciones de la Agencia Intergubernamental de Cambio Climático y Protección Ambiental del Panel Intergubernamental para las emisiones de CO2 por milla de vuelo.

Con estos datos, realizó un gráfico circular básico de sus emisiones personales de gases de efecto invernadero para 2010. Resultó que las 50.000 millas que había volado ese año (dos vuelos internacionales y media docena de vuelos nacionales, típicos de los posdoctorados en ciencias que se espera que asistan a conferencias y reuniones) dominaron por completo sus emisiones.

Co2 Emissions Yes Magazine

Hora a hora, no hay mejor manera de calentar el planeta que volar en un avión. Si vuelas desde Los Ángeles a París y regresas, emites tres toneladas de CO2 a la atmósfera, 10 veces lo que un keniata promedio emite en un año entero. Y eso que ni siquiera estamos contando que el impacto de un avión es mayor (el doble o el triple) porque los aviones emiten óxido de nitrógeno a la troposfera superior.

La conclusión de Kalmus es: ¿quieres dejar de tomar esa botella de agua de plástico y llevar tu propia cantimplora para reducir tu huella medioambiental? Hazlo. Pero piensa lo siguiente: cada vez que tomas un vuelo estás produciendo el impacto equivalente a 100.000 botellas. Posiblemente más que todas las botellas que vayas a gastar en tu vida.

Comentarios cerrados
Inicio