Fumar y llevar una dieta pobre son los mayores riesgos a la hora de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Sin embargo, hay personas que son más susceptibles de padecer una cardiopatía debido a pequeñas variantes genéticas.
Dos de estas pequeñas variaciones genéricas que pueden modular el comportamiento de las plaquetas, y que por tanto pueden afectar al riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, han sido identificadas ahora por parte de investigadores de la Fundación Cardeza para la Investigación Genética en la Universidad Thomas Jefferson de Estados Unidos.
Plaquetas
Las plaquetas son pequeñas células que circulan en la sangre; participan en la formación de coágulos sanguíneos y en la reparación de vasos sanguíneos dañados. Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, las plaquetas se adhieren al área dañada y se distribuyen a lo largo de la superficie para detener la hemorragia (este proceso se conoce como adhesión).
El número de plaquetas y el volumen de las mismas se regulan mediante la expresión de ciertos genes Y esto es importante, porque, generalmente, cuando las plaquetas se activan, se unen entre sí y contribuyen a la coagulación. En relación a ello, si en una cardiopatía además se acumula grasa, colesterol y otras sustancias no saludables en las paredes de las arterias se contribuye al desarrollo de enfermedades como ateroesclerosis.
El gen CD36 es uno de estos genes que regula los niveles de plaquetas y su activación, tal y como se desprende de este estudio en el que se buscó pequeños cambios en el código genético del CD36. La revisión de los datos identificó 81 cambios en el genoma, dos de los cuales eran estas variantes funcionales.
Los investigadores tratan ahora de identificar de qué proteína se trata y el mecanismo por el cual puede regular la expresión de CD36 en aras de poder establecer personas que tengan más riesgo de sufrir cardiopatías y así establecer terapias de prevención más eficaces.