La invención de las gafas

La invención de las gafas
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Sumidos en una neblina se hallan los orígenes de uno de los dispositivos protésicos más comunes del ser humano (antes de que se implantara la cirugía láser): los anteojos, las gafas, incluso esas gafas tan molonas de color negro que en los años 1980 eran casi un símbolo: las Rayban Wayfarer, que llevó Tom Cruise en Risky Business o los Blues Brothers.

Si lo pensáis, además, las gafas emplean una parte de nuestro cuerpo exadaptativamente, esto es, para algo diferente para lo que fue creado. Hablo del puente de la nariz y la aleta de las orejas. Ambos rasgos anatómicos no prevalecieron en la historia evolutiva del ser humano para sujetar unas gafas, sino para otras razones. (Desde el punto de vista que ve inmoral el sexo anal, por ejemplo, porque opina que el ano fue fabricado únicamente para excretar y no para producir placer, sería contradictorio que usara gafas).

Pero dejemos la sodomía y vayamos a la historia.

Ar Razi (850 - 932) escribio varias obras de oftalmología. Ibn Al Haitan llamado Alhacen (965 - 1038) fue un famoso matemático arabe que escribio, entre otros trabajos , dos libros sobre óptica geométrica titulados Tesoros de la optica, que denotan un profundo conocimiento de la materia. En ellos se dice que un segmento de esfera de cristal hace aparecer los objetos mayores. Algunos suponen que Alhacen llego a construir lentes planas y biconvexas, hecho no demostrado, pero sí se le considera el primero y mas grande precursor del invento de las gafas.

Roger Bacon ( 1214-1294) fue un monje franciscano ingles en cuya obra citaba claramente el hecho de que un segmento de cristal hace ver los objetos mayores y mas gruesos, y concluye en que esto "deberia ser muy util para personas ancianas y aquellas que tienen los ojos debiles, pues ellas pueden ver asi las pequeñas letras con grandor suficiente". Por lo tanto, hay que suponer que Roger Bacon fue el verdadero inventor de las gafas, si bien no tenemos ninguna seguridad de que él llevara a la práctica esta idea.

Alejandro della Spina (1312) fue también un monje franciscano a quien se le ha atribuido el invento de las gafas, tomando como fundamento los archivos de Sta. Catalina de Pisa. Se dice que fue el primero que comunico el secreto de fabricar lentes que el hacia para su uso y para el de sus amistades.

Estos orígenes inciertos nos llevan a la conclusión de que las gafas hicieron su aparicion a fines del siglo XIII o comienzos del XIV en Venecia y que parecen proceder de manos de monjes de algún desconocido monasterio.

La forma mas corriente de las gafas adoptadas en esta primera fase fue la de dos ramas o paletas unidas en su extremo por intermedio de un clavo y formando un ángulo agudo, por ello se les llamaba en Francia "clouantes" de clou (clavo).

Las primeras lentes se fabricaron para la presbicia y eran convexas. Un siglo después aparecieron las cóncavas para la miopía, pero para la hipermetropia nadie se preocupaba entonces ya que la desconocían como vicio de refraccion. En el siglo XIV ya aparecen muchísimos documentos que dan fe del uso de los anteojos o gafas por personajes muy famosos en aquella epoca, como Petrarca. Y en la iglesia de san Nicolas de Trevisa, existe el primer cuadro en que aparece pintada una persona con gafas; es del año 1352 y representa al cardenal Ugone.

En la novela de Umberto Eco El nombre de la rosa, por ejemplo, podemos leer el siguiente pasaje que se sucede en el turbulento ambiente religioso del siglo XIV:

Guillermo introdujo las manos en la bolsa que había en su sayo a la altura del pecho, y extrajo un objeto que ya durante el viaje le había visto coger y ponerse en el rostro. Era un horquilla, construida de tal modo que pudiera montarse en la nariz de un hombre (sobre todo en la suya, tan prominente y aguileña) como el jinete en el lomo de su caballo o como el pájaro en su repisa. Y, por ambos lados, la horquilla continuaba en dos anillas ovaladas de metal que, situadas delante de cada ojo, llevaban engastadas dos almendras de vidrio, gruesas como fondos de vaso. (...) Pore so había de dar gracias al Señor de que alguien hubiese descubierto y fabricado aquel instrumento. Y al decírmelo pretendía ilustrar las ideas de Roger Bacon, quien afirmaba que una de las metas de la ciencia era la de prolongar la vida humana.

Vía | MailxMail

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