Una planta se ruboriza cuando necesita agua

Una planta se ruboriza cuando necesita agua
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Bien, menuda tontería esa de que se ruborice una planta... En realidad sí, pero una investigación que se ha llevado a cabo en la Universidad Politécnica de Singapur ha conseguido detectar signos de estrés en las plantas por la falta de agua. ¿Cómo? Ahí es donde entran las proteinas colorantes, como la GFP. Seguramente, llamarles proteínas colorantes no sea correcto, más bien se suele uno referir a ellas como marcadores. En concreto, la GFP es una proteína cuya misión es la de transformar la luminiscencia química azul propia de la proteina aequorin en luz verde fosforescente por transferencia de energía. Esta proteina es propia de los celentéreos (medusas), y se utiliza frecuentemente para el marcaje químico de ciertas proteínas, células (como los glóbulos rojos), y también es útil, entre otras cosas, para comprobar el linage de células. O sea, para observar "hacia dónde va el árbol genealógico" de las células.

Pues bien, utilizando este tipo de proteinas los investigadores de la Politécnica de Singapur consiguen, de una manera que ahora mismo sólo puedo imaginar, ya que en la fuente no dan ese tipo de información, que ante situaciones de falta de agua se "active" el marcador. Mediante un sensor óptico desarrollado en la Universidad Nanyang de Singapur es posible recoger la débil luminiscencia que produce la planta, y así determinar la necesidad de agua. En realidad no es que la planta se quiera comunicar con nosotros, ni que pueda hacerlo, como se quiere vender, sino que la falta de un elemento químico seguramente provoca la reacción de otros para dar como resultado la luminiscencia de la que hablamos. Y me diréis, después de mostrarme tan crítico, que el título que he puesto a la nota tampoco es una maravilla, y quizás con toda la razón. La verdad es que me hizo gracia ver que se dice que se ha logrado que una planta se comunique con nosotros.

Vía | Reuters

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