El límite de 14 días después de la fertilización debería ampliarse en experimentos con embriones humanos, según bioeticistas

El límite de 14 días después de la fertilización debería ampliarse en experimentos con embriones humanos, según bioeticistas
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Desde el primer nacimiento con éxito ftuto de la fertilización in vitro a finales de la década de 1970, la investigación con embriones humanos ha estado sujeta a límites de tiempo y parámetros de desarrollo.

La razón esencial para imponer esos límites fue que, aunque si bien se considera aceptable la práctica para beneficiar la salud humana y mejorar la reproducción, la investigación in vitro debe concluir 14 días después de la fertilización, es decir, cuando normalmente se completa la implantación en el útero.

Ampliación progresiva

Ahora, sin embargo, un equipo internacional de bioeticistas y científicos, dirigido por un investigador de la Universidad Case Western Reserve, sostiene en un nuevo estudio publicado en Science, que puede estar justificado ir más allá del límite de los 14 días.

Insoo Hyun, profesor de bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve y autor principal del artículo, insta así a los responsables de la formulación de políticas y a la Sociedad Internacional para la Investigación de Células Madre (ISSCR) a considerar, con prudencia y un enfoque gradual, la exploración científica más allá del límite de 14 días, teniendo en cuenta también los beneficios de hacerlo.

Se espera que ISSCR publique pronto directrices actualizadas para la investigación de células madre y embriones. Entre los posibles beneficios de estudiar embriones humanos más allá del límite de 14 días se incluyen comprender cómo se originan los trastornos del desarrollo temprano y desarrollar terapias que aborden las causas de la infertilidad, los trastornos del desarrollo y el embarazo fallido.

A partir de los 14 días, las células madre del embrión comienzan a migrar de aquí para allá y empiezan a formar un cuerpo. Para entonces medimos un milímetro y medio. Durante este proceso suceden frecuentes problemas que provocan malformaciones o abortos naturales sin que los padres ni sus médicos puedan saber nunca por qué sucedieron. No es previsible intuir dónde termine este proceso de manipulación y de destrucción de seres humanos en estado embrionario, pero Hyun y sus colegas proponen seis principios que pueden usarse para evaluar si la investigación en embriones humanos puede ir más allá del límite de 14 días, en pasos incrementales y medidos.

Sus principios, entre otros, incluyen la promoción de que las propuestas de investigación sean revisadas por pares por comités de ciencia y ética calificados e independientes. También habría que evaluar primero la viabilidad del cultivo en los últimos 14 días y, de ser así, evaluar si esos experimentos recientemente permitidos fueron lo suficientemente beneficiosos como para justificar un mayor uso humano.

En otras palabras, trazar nuevas líneas rojas, que no dejan de ser un cojunto de ideas donde converge cultura, ciencia, valores y cosmovisión:

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