El caso en el que dos especies diferentes colaboran entre sí

El caso en el que dos especies diferentes colaboran entre sí
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En el reino animal se produce en ocasiones la colaboración entre miembros de la misma especie. Pero ¿entre diferentes especies? Entre, por ejemplo, ¿un tejón y un coyote?

No, se trata de una fábula de Esopo o un cuento infanta. La estrecha colaboración para obtener un bien mayor entre un tejón y un coyote se estudió en la reserva natural de Elk, en Wyoming. El fin de la colaboración era cazar ardillas.

Este tipo de colaboración interespecies la describe así Yochai Benkler en su libro El Pingüino y el Leviatán:

Los coyotes, que son más rápidos y ocupan más territorio, buscaban ardillas y, cuando localizaban alguna, se lo indicaban a los tejones. Éstos, que son cazadores subterráneos y capturan a sus presas atrapándolas en túneles sin salida, sabían así dónde escarbar y ponerse al acecho. Las ardillas de tierra estaban atrapadas entre la espada y la pared.

Según los científicos que estudiaron aquel ejemplo de cooperación, su existencia puede tener lugar porque así ambas especies tienen más oportunidades de aparearse o ser cazadores más eficaces y, en consecuencia, disponer de más alimentos para su descendencia. Cualquier peculiaridad genética que propiciara este comportamiento, así, se transmitiría a la siguiente generación.

Colaboración entre competidores

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La colaboración entre especies distintas resulta llamativa, pero también lo es la colaboración entre miembros de una misma especie que compiten por un mismo bien. Es el caso que describe Frans de Wal en su libro La política de los chimpancés, donde se presentan a tres chimpancés macho: Yeroen (el más viejo), Luit (el segundo) y Nikkie (el tercero).

Al parecer, Nikkie era particularmente inteligente, y prestó su ayuda a Luit para destronar a Yeroen, y luego formó una alianza con Yeroen para derrocar a Luit y convertirse en el macho dominante.

Había mucho en juego: en la jerarquía de los chimpancés el rango se traduce en oportunidades para el apareamiento. Yeroen, Luit y Nikkie no eran hermanos ni primos; eran competidores. Con todo, encontraron la manera de cooperar de forma continuada para mejorar su aptitud.

Imágenes | Pixabay

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