La avispa asiática, una especie invasora en expansión en Europa, amenaza la supervivencia de las abejas productoras de miel

La avispa asiática, una especie invasora en expansión en Europa, amenaza la supervivencia de las abejas productoras de miel
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Estamos ante una especie invasora muy a tener en cuenta, pues la avispa asiática (Vespa velutina) es una voraz depredadora de abejas, cuya carne se utiliza para alimentar a las larvas, lo que supone un problema para Europa.

Para prevenir el establecimiento o reducir la tasa de propagación de V. velutina, la detección temprana y la destrucción de nidos se considera la única opción. La detección es difícil porque sus nidos están bien escondidos y los avispones voladores son difíciles de seguir a largas distancias.

Vespa velutina y miel

La reina de esta especie puede llegar a medir unos 3,5 centímetros de largo y la obrera suele medir unos 2,5 centímetros. Su aspecto es: color amarillo del extremo de sus patas y el negro de su abdomen, que contrasta con el color amarillo del cuarto segmento.

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La 'Vespa velutina' es una especie invasora proveniente de Asia, concretamente de la zona norte de India y de China. Desde su llegada a la Península en 2010, la avispa asiática ha ido asentándose en las comarcas del norte del país, afectando especialmente a la producción de miel en Galicia.

También es un problema para Europa en general (llegó desde Francia a través de Irún). Y no solo es un problema por la miel: la polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de nuestros ecosistemas, y las abejas contribuyen significativamente en ella.

El problema es que, En Europa, esta especie de avispa tiene pocos depredadores. Solo son una amenaza real para ellas algunas especies de pájaros que generalmente devoran a las abejas autóctonas así como la urraca o las gallinas.

Las abejas asiáticas, que han estado mucho tiempo con las avispas asiáticas, no padecen tanta depredación como las europeas. Esto es debido a que algunas abejas asiáticas han aprendido a defenderse utilizando una técnica que consiste en crear un enjambre alrededor de la avispa para provocarle un aumento de la temperatura corporal.

De este modo logran matarlas, porque las abejas son capaces de aguantar más de 45 grados, pero las avispas no toleran esa temperatura. Curiosamente, las abejas europeas empiezan a desarrollar la misma estrategia de defensa que sus homólogas asiáticas.

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