
En el árido entorno del desierto de Nuevo México se está levantando Spaceport, un aeropuerto espacial que, así visto de lejos, parece propio de alguna película de Star Trek. No en vano, el diseño corre a cargo del célebre Norman Foster, autor también de otras futuristas construcciones como el Metro de Bilbao o el Wembley Stadium de Londres (y aquí añado un toque de prensa amarilla: contrajo matrimonio en 1996 con Elena Ochoa, psicóloga española conocida en España por presentar uno de los primeros programas de educación sexual en televisión).
Con un presupuesto de unos 140 millones de euros, desde Spaceport despegarán los vuelos suborbitales de la compañía Virgin Galactic, con los que comenzará la era del turismo espacial. No es gran cosa: vuelos suborbitales de dos horas y media, 110 km de altura y unos 5 minutos de ingravidez… pero a pesar de que cada pasaje se paga a 144.000 euros, ya hay lista de espera.
370 personas han formalizado su reserva, entre ellas, 12 españoles.
El pasado 10 de octubre, la nave SpaceShipTwo logró por primera vez volar y aterrizar sin ayuda de su nave nodriza, la WhiteKnightTwo. Pero apenas fueron 11 minutos sobre el desierto de Mojave (California) a unos 13.700 metros.
En la lista de futuros turistas espaciales figuran muchos rostros populares, como la actriz Victoria Principal, el cómico Russell Brand (el de Paso de ti o Todo sobre mi desmadre) y el director de cine Bryan Singer (X-Men). La mayoría, sin embargo, prefiere no revelar su identidad.
Vía | El Mundo