El telescopio Hubble observa de forma directa un agujero negro

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Un equipo internacional de astrónomos ha utilizado una nueva técnica para estudiar el disco brillante de materia que rodea a un agujero negro. Empleando el NASA/ESA Hubble Space Telescope, combinado con el efecto de la lente gravitatoria de las estrellas de una galaxia distante, el equipo midió el tamaño del disco y estudia los colores (y por tanto la temperatura) de las diferentes partes del disco. Estas observaciones muestran un nivel de precisión equivalente a la detección de los granos de arena en la superficie de la Luna.


Mientras que los agujeros negros son en sí mismos invisibles, las fuerzas que desatan causan unos de los fenómenos más brillantes del Universo. Los quásares (objetos cuasi-estelares) son discos brillantes de materia que orbitan alrededor de los agujeros negros supermasivos, emitiendo radiación extremadamente brillante.

Los discos de acreción alrededor de un agujero negro supermasivo son demasiado distantes y pequeños como para ser observados por métodos convencionales. Sin embargo, mediante la combinación del efecto macrolente producido por una galaxia intermedia y el efecto microlente de las estrellas de esa galaxia, los astrónomos han sido capaces de estudiar la estructura de estos discos. El vídeo que se muestra en la portada explica este método.

“Un discro de acreción quasar tiene un tamaño típico de unos pocos días-luz, o unos 100 mil millones de kilómetros de diámetro, pero se encuentran a miles de millones de años luz de distancia. Esto significa que su tamaño aparente visto desde la Tierra es tan pequeña que, probablemente, nunca tendremos un telescopio suficientemente potente como para ver su estructura de forma directa”, explica José Muñoz, el científico principal en este estudio.

Vía | ESA/Hubble Information Centre

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