Leyes a lo Murphy

Leyes a lo Murphy
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Me chiflan las “leyes” populares. Sobre todo las que se fraguan en una conversación de café, o incluso en una más beoda de bar. Son leyes, postulados y corolarios que dicen mucho sobre el mundo, con todas sus contradicciones. Pero también sobre nosotros mismos: sobre nuestras limitaciones intelectuales y cognitivas, mayormente.

Su veracidad, pues, está en entredicho. Pero no su poder a la hora de analizar desde un punto de vista antropológico, sociológico y hasta psicológico una sociedad dada.

La más conocida de esas leyes populares es indudablemente la Ley de Murphy. Es decir: Si algo puede salir mal, saldrá mal. Sin duda una ley pesimista que pone en evidencia la tendencia de nuestro cerebro a recordar infortunios (es decir, hechos poco corrientes), hasta el punto de convertirlos en hechos corrientes.

De esa tendencia también nace la creencia popular de que existen los gafes.

Es lo que los psicólogos llaman prejuicios cognitivos. Es decir, una distorsión cognitiva que afecta al modo en el que los humanos perciben la realidad. Un modelo de comportamiento o proceso mental beneficioso para el individuo desde el punto de vista evolutivo, pero todo un lastre a la hora de analizar objetivamente las cosas.

Pero, además de Murphy, hay otras muchas leyes/defectos de nuestro cerebro que, leídas de corrillo, no pueden evitar que sonriamos con complicidad:

-Postulado de Tylczak sobre la probabilidad: los sucesos fortuitos tienden a suceder todos juntos.

-Corolario de Jenning: la probabilidad de que la tostada caiga con la mantequilla hacia abajo es directamente proporcional al precio de la alfombra.

-Ley de Rush sobre la gravedad: cuando una máquina expendedora devuelve el cambio, los céntimos caerán sobre los pies, mientras que las monedas de veinticinco rodarán lejos de su vista.

-Ley del rincón: cualquier herramienta, cuando cae, rueda hasta el rincón más inaccesible.

-Ley de Johnson: si un artilugio mecánico falla, lo hará en el momento más inoportuno.

-Teorema de Bell: cuando la ducha se abre, suena el teléfono.

-Efecto de Von Restorff: tendencia de un individuo a situarse en un modo de queja continua, para que sea mejor y más recordado que el resto.

-Ley de Godwin: A medida que una discusión online se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis, tiende a uno.

-Ley de la controversia de Benford: La pasión asociada a una discusión es inversamente proporcional a la cantidad de información real disponible.

-Ley de Evolución del Discurso online de Wilcox-McCandlish: La probabilidad del éxito de cualquier intento de cambiar el asunto o la dirección de una discusión en un foro online es directamente proporcional a la calidad del contenido actual.

¿Se os ocurre alguna más? ¿Tal vez alguna de acuñación propia?

Vía | El club de la hipotenusa de Claudi Alsina

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