¿ Por qué los bebés nunca sufren acrofobia, miedo a las alturas?

¿ Por qué los bebés nunca sufren acrofobia, miedo a las alturas?
6 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Estoy convencido de que si a cualquiera de nosotros nos metieran en la caja de cristal que han puesto en el pico Aiguille du Midi (Francia), a 3.842 metros, sentiríamos, cuando menos, cierta intranquilidad. Yo, directamente, sentiría acrofobia, que es el miedo a las alturas. Sin embargo, si un bebé se paseara por el suelo transparente del Chamonix Skywalk lo haría con tanta tranquilidad como si lo hicera sobre la alfombra de casa.

Y es que los bebés son incapaces de sufrir acrofobia, ni siquiera una leve intranquilidad a las alturas. Y si un bebé se cae de un sitio, no le tendrá miedo, y seguirá cayéndose con la misma falta de cautela. Es cuando nos hacemos adultos que cambia nuestra propiocepción, es decir, la percepción visual que posee el individuo de su propio movimiento. Al menos es lo que sugieren los experimentos publicados en Psychological Science por parte de un equipo de psicólogos liderados por Joseph Campos que estuvieron analizando el comportamiento de bebés que gateaban y bebés que aún no habían aprendido a hacerlo.

Las pruebas consistían en introducir a bebés que aún no gateaban en vehículos de cuatro ruedas para habituarles al movimiento. Semanas después, al situar a todos los bebés sobre una plataforma elevada, los que no sabían gatear presentaban más ansiedad que los que sí sabían.

Del mismo modo, en un segundo experimento, los bebés estuvieron dentro de una habitación en la que se movían el techo y las paredes: el objetivo era recrear la sensación de moverse hacia adelante. Los que habían estado en los vehículos de cuatro ruedas retrocedieron, los que no, se movieron mucho menos. Según Campos:

Estas pruebas sugieren que el acto de impulsarse le enseña al cerebro a estar atento a lo que hay en su campo de visión periférica para ajustar su equilibrio.

Este análisis explicaría el motivo por el que las personas se marean con mayor facilidad viajando en un helicóptero que en un avión. La visión periférica durante el viaje en avión es casi la misma durante todo el trayecto, mientras que la del helicóptero es más variable

Vía | BBC

Comentarios cerrados
Inicio