La ley científica que fue ocultada en un anagrama

La ley científica que fue ocultada en un anagrama
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A pesar de que hoy en día la idea del genio individual cada vez está más desprestigiada por los académicos, que, por el contrario, apuestan por el genio colectivo o por la concepción de que los avances científicos son responsabilidad de diversas personas e incluso de un paradigma mental vigente, algunos científicos han sido extremadamente celosos de sus descubrimientos, temiendo sobremanera que otro se les adelante o que incluso se apropien del mismo.

Esa obsesión fue la que condujo al físico inglés Robert Hooke, allá por 1676, a presentar su hoy célebre ley de Hooke de una forma un tanto diferente. En vez de hacerlo de forma que todo el mundo pudiera entenderla (incluidos sus colegas), la presentó a modo de acertijo, mediante un anagrama, quebrando esa regla universal ya en la ciencia de que los científicos deben expresar sus descubrimientos de la forma más inteligible posible.

Al anunciar que había descubierto “la verdadera teoría de la elasticidad o fuerza de los muelles”, la encriptó con el siguiente anagrama: “ceiiinosssttuu”.

Transcurridos dos años, cuando Hooke ya estaba más convencido de sus resultados, publicó la solución del anagrama en Lectures de potentia restitutiva, or of spring: dicho anagrama significaba “Ut tensio sic vis”, es decir, “como la extensión, así la fuerza”:

Es decir, la fuerza de cualquier muelle es en la misma proporción a la tensión que sobre él se ejerce; es decir, si una fuerza lo estira o lo dobla un espacio, dos lo doblarán dos espacios, y tres lo doblarán tres, y así sucesivamente.

La Ley de Hooke se resume ahora como “la extensión de un muelle es directamente proporcional a la fuerza aplicada (siempre que dicha fuerza no exceda el límite de elasticidad).”

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