Cifras pequeñísimamente gigantescas

Cifras pequeñísimamente gigantescas
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Siguiendo con la línea abierta en Sumergiéndonos en la escala atómica con cifras y analogías, vamos a enumerar otras cifras y comparaciones que acaso sirvan para hacernos una idea más gráfica de cuán diminuto puede ser nuestro mundo a escala atómica.

-Los químicos usan el número de Avogadro para medir de forma práctica las cantidades de sustancias sin perder de vista el número de partículos. Tal número de Avogadro nos indica cuántos átomos de un elemento están presentes en una cantidad cuyo peso en gramos es ig ual a la masa atómica del elemento. Si la masa atómica del carbono es aproximadamente 12, 12 gramos de carbono contienen el número de Avogadro de átomos de carbono.

-El número de Avogadro es 6,0221367 × 1023. Es un número muy grande, tanto que equivaldría al número de tazas de agua que hay en el océano Pacífico. Si tuviéramos el número de Avogadro de latas de refresco, podríamos cubrir todo el planeta.

-Si cada molécula de la cuarta parte de un salero fuera un grano de arroz, dispondríamos de suficiente arroz para enterrar Australia a una profundidad de 1 km.

-La balanza de laboratorio más precisa puede pesar 0,001 g de una sustancia, pero esta cantidad se queda muy lejos del peso del átomo. De hecho, esta cantidad sólo es del orden de 1020átomos.

-En un pequeño bloque de hierro del tamaño de cuatro terrones de azúcar hay tantos átomos como los céntimos que se necesitarían para conseguir que todos los habitantes del mundo fuesen billonarios.

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