Las nuevas bolsas de té pueden estar hechas de cáñamo, plásticos a base de maíz, nylon o PET (tereftalato de polietileno). Pero la mayoría de las veces son de estos dos últimos materiales.
Un nuevo estudio publicado en Environmental Science & Technology revela que las bolsas de té liberan plástico en tu organismo: cuando se sumergen en agua caliente, se descomponen lo suficiente como para liberar miles de millones de micropartículas de plástico directamente el té.
Microplásticos
El nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad McGill en Montreal, encontró que una bolsita de té a base de plástico libera aproximadamente 11.000 millones de partículas microplásticas y 3.000 millones de nanoplásticos (incluso partículas más pequeñas) en una taza.
El diseño del estudio fue sencillo. Escogieron cuatro marcas al azar que comercializan bolsas de té a base de plástico: dos de nylon y dos de PET. Extrajeron el té, enjuagaron las bolsas en agua y empaparon las bolsas vacías durante el tiempo y la temperatura necesarios para preparar el té (cinco minutos a 95 ºC).
Cuando examinaron lo que había salido de las bolsitas de té vacías, encontraron los microplásticos. Para complicar aún más las cosas, el té puede contener pequeñas cantidades de metales y metaloides como aluminio, plomo y cromo. Y se sabe que los micro y nanoplásticos pueden absorber cosas como los metales pesados. Cuando los investigadores observaron su "té" microplástico impregnado de las bolsas, descubrieron que los metales del té se habían adherido a los microplásticos de las bolsas.
Todavía no se conoce el impacto de ello en nuestra salud, pero necesitamos urgentemente saber más sobre el impacto de los microplásticos en la salud porque están en todas partes, incluso en nuestra agua potable.