Este es el mínimo tiempo que tarda nuestro cerebro en identificar una canción conocida

Investigadores del Ear Institute del UCL (University College London) querían descubrir exactamente lo rápido que respondía el cerebro a la música familiar, y han dado con la respuesta con mucha precisión.

Lo que tarda nuestro cerebro en identificar una canción que ya conocíamos es apenas de 100 a 300 milisegundos, según constatan en el estudio que acaban de publicar en la revista Scientific Reports.

Perfil temporal de los procesos

Para averiguar lo que tardamos en reconocer una canción, los investigadores presentó a un grupo de participantes una de las canciones familiares y la combinaron con una melodía, que era similar (en tempo, melodía, armonía, voz e instrumentación) pero que el participante no conocía.

Según la investigadora principal, Maria Chait, que comentó así los resultados del estudio:

Nuestros resultados demuestran que el reconocimiento de la música familiar ocurre notablemente rápido. Estos hallazgos apuntan a un circuito temporal muy rápido y son consistentes con el profundo control que las piezas de música altamente familiares tienen en nuestra memoria.

Así, los participantes escucharon pasivamente 100 fragmentos (cada uno menos de un segundo) de la canción familiar y desconocida, presentada en orden aleatorio.

Finalmente, se emplearon imágenes de electroencefalografía (EEG), que registran la actividad eléctrica en el cerebro, y la pupilometría (una técnica que mide el diámetro de la pupila, considerada una medida de excitación).

Con estas técnicas se podía averiguar si había dilatación rápida de la pupila, que probablemente está relacionada con una mayor excitación asociada con el sonido familiar, así como la activación cortical, que está relacionada con la recuperación de la memoria. Chait se ha mostrado esperanzada con los resultados, ya que son aplicables a otras áreas de investigación:

Entender cómo el cerebro reconoce melodías familiares es útil para varias intervenciones terapéuticas basadas en la música. Por ejemplo, hay un interés creciente en explotar la música para actuar sobre pacientes con demencia, para los cuales la memoria de la música parece bien conservada a pesar de un fallo sistémico de los sistemas de memoria. Identificar la vía neural y los procesos que apoyan la identificación musical puede proporcionar una pista para entender la base de este fenómeno.